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Pedro Pablo Montoya, alias Rojas, asesinó a sangre fría al cuarto hombre en importancia de las Farc, Iván Ríos, y se entregó al Ejército hace un año. Como prueba de lo que hizo, le amputó la mano al jefe guerrillero, y su historia, tanto por lo macabra, como por lo inédita, le dio la vuelta al mundo. Hoy, dice que el Gobierno no le ha cumplido pero, quizá lo más grave, acusó a Olivo Saldaña –el ex guerrillero que fue designado por el Gobierno como gestor de paz– de fraguar un plan para asesinarlo.
¿Pensó que pasaría un año en la cárcel o que iba a tener los beneficios de guerrilleros como ‘Isaza’?
A mí me iban a fusilar. Tomé la decisión de desmovilizarme y entregar a Iván Ríos, miembro del Secretariado, y creyendo en las políticas del Gobierno de que mi familia y yo tendríamos protección –que nunca ha ocurrido– , ubicación en el exterior y el pago de la recompensa total. El ministro Santos dijo que me pagarían $5.000 millones por darle muerte a Iván Ríos. Después sale diciendo que el Gobierno me ha cumplido, cuando es totalmente falso.
¿Cuánta plata le pagaron?
Dieron $800 millones que están congelados por orden judicial para reparar a las víctimas. Sólo he recibido amenazas. Las Farc incrementaron el precio por mi cabeza: $2.000 millones. Mi esposa ya ha sido objeto de tres atentados. Mi familia, que está en el campo, se ha salvado de dos secuestros y el Gobierno sale diciendo que tienen protección.
¿Usted está en Justicia y Paz?
No me voy a acoger a Justicia y Paz porque no tiene resultados. Ahí está el espejo de los paramilitares, con sus comandantes extraditados y aún no hay el primer condenado. Hace un año el viceministro Juan Carlos Pinzón me dio las gracias por lo que hice, me dijo que iba a pasar a la historia, que el Gobierno no tenía cómo pagarme, y que tuviera calma para la recompensa. Pero que necesitaba algo muy importante: que la obsesión del Presidente y del Ministro de Defensa era Karina, porque supuestamente había asesinado al papá de Uribe. La verdad, ella no lo asesinó. Yo le dije que colaboraba y Pinzón sacó una hoja, hicimos un croquis de dónde se movía. Le mandé una carta a ella y le dije que había organizado un operativo con sus coordenadas, que se desmovilizara. Yo fui quien la entregó, como lo he hecho con 50 guerrilleros más.
¿Quién mató al papá del presidente Uribe?
James fue quien ordenó el asesinato. Era jefe de la Unidad del Magdalena Medio de las Farc. Karina nada tuvo que ver. Ella entró a las Farc en 1995 y al papá de Uribe lo matan en 1983. Para la época tenía 10 años y entré a la guerrilla a los 17. Me reclutaron cuando estaba talando bosque con mi papá. Estuve 16 años allá y me iban a fusilar. Por defender mi vida estoy acá. Y creyendo en las políticas del Gobierno llevo un año preso. Es muy bacano cuando uno sale y lo abrazan los soldados y le dicen: “¡Bienvenido a la libertad!”, pero al día siguiente estás en la cárcel.
¿Qué pasó con ‘James’?
Está muerto. Desertó pero lo cogieron y se lo llevaron a Marulanda y lo fusilaron.
¿Cómo sobrevivió la guerrilla en el oriente antioqueño, que estaba lleno de paramilitares?
Y allí operaban junto con el Ejército. Cuando se ordenó la Operación Orión para retomar la Comuna 13 de Medellín, también participaron paramilitares, los dirigió Job. ¿Por qué lo sé? Porque a los frentes 47, 9 y Jacobo llegaron cualquier cantidad de desplazados, familias enteras y contaron.
¿Les ve futuro a ‘Karina’ y Olivo Saldaña como gestores de paz?
Esa no es la forma. Para conseguir la paz y que la guerrilla se desmovilice, el Gobierno tiene que cumplir su palabra. Las Farc les dicen a los guerrilleros que a Rojas le han incumplido, que soy un bandido. Así no se puede. La guerrilla no le va a creer a Karina. Por su parte, Olivo Saldaña nunca fue un comandante, fue un ‘vueltero’ que participó en una falsa desmovilización. Ese señor recibió $1.500 millones de extorsiones y secuestros y por ahí derecho desertó. Él, junto con Wilson Ramírez, Bizcocho, los hermanos Viracachá y una abogada estaban planeando asesinarme en La Picota, donde recibirían $400 millones. Esto lo pagaría un guerrillero: Popeye.
¿Cómo se enteró de este plan?
Me salvé por dos días. El 2 de agosto me iban a asesinar y me doy cuenta el 30 de julio. Inmediatamente el Inpec tomó las medidas. Me iban a mochar la cabeza con una platina que llaman en la cárcel. Se la quitaron a un extintor, la enderezaron y le sacaron filo.
¿Por qué lo iba a fusilar las Farc?
Era una orden de Iván Ríos. Cuando él llegó sabía que me salvaba o me moría. Decían que yo era un infiltrado. Yo no me desmovilicé por presiones del Ejército, como dijo el ministro Santos.
¿Antes de entregarse había hablado con el Ejército?
No. Lo hice porque me iban a matar, ni siquiera por la recompensa.
¿Puede darme más detalles de cómo asesinó a ‘Iván Ríos’?
Si la vida me alcanza, a través de una película y unos libros, por supuesto que lo contaré. No se lo he dicho a nadie. Es algo que yo tengo para un documental.
¿Usted vio a políticos desfilando por los campamentos de la guerrilla?
Por supuesto. Pero no voy a cooperar mientras no me cumplan.
¿Cómo torturaba la guerrilla?
Hay personas inescrupulosas que dicen que fueron víctimas mías para tener beneficios económicos, refiriéndose a la pinche recompensa que el Gobierno no ha pagado.
¿Cómo ve a las Farc?
Quieren mostrar que la guerrilla está terminada y es falso. Están disminuidas, replegadas. Pero se están reorganizando para responderle a este gobierno. Ya conoce la estrategia de este gobierno, cómo operan Ejército y Policía. Dicen que las Farc tienen entre 6 mil y 7 mil integrantes. Falso. Pertenecí al Bloque José María Córdoba y no más ahí todavía hay 6 mil hombres en armas.
¿Por qué está preso usted?
Me acusan por 13 delitos. Secuestro, extorsión, masacre, desplazamientos. La Fiscalía está fabricando cualquier
cantidad de pruebas. Cuando me desmovilicé la justicia no sabía quién era yo. Y me da risa cuando salen las víctimas diciendo: “Sí, él fue el que me secuestró”. Las víctimas de este país las convirtieron en mercancía. Me
consta que hay familiares que mandan matar a sus familiares para cobrar la recompensa.
¿Usted qué hacía en la guerrilla, entonces?
Hacer trochas, buscar campamentos, cargar remesa, conseguir combustible para enviarle a Karina y a Iván Ríos y a muchos comandantes. Por la desconfianza que me tenían, nunca me dieron tareas importantes.
¿A cuántos mató usted?
No lo hice. Entregué un fusil y una pistola y que le hagan pruebas de balística para saber cuántos maté con esas armas.
¿Me va a decir que en 16 años en las Farc sólo mató a ‘Iván Ríos’?
Ya dije cuál era mi función. Para mí, Iván Ríos era más importante que Raúl Reyes. De ahí el valor de lo que hice.
¿Por qué secuestraron a Óscar Tulio Lizcano?
Por fines políticos como todo el mundo sabe.
¿Por qué a alias ‘Isaza’ sí le cumplieron y a usted no?
Porque entrega a un secuestrado y entonces lo estimulan, pero cuando yo entregué el mayor secuestrador, que ordenó masacres, desplazamientos, no me dieron nada. Isaza no fue una perita en dulce, participó en la toma de Montezuma, donde derribaron a un avión fantasma. Estuvo en la toma de Santa Cecilia, en la toma de Submarino, Chocó, donde secuestraron a un poco de soldados, estuvo en la toma de Bagadó, en un secuestro masivo en Jardín, Antioquia, en una emboscada en El tapón donde asesinaron policías. Entonces, ¿usted cree que es una mansa paloma?
¿Cómo está su familia?
En el campo, humilde y pobre. El Gobierno no le ha brindado seguridad.
¿Se arrepiente de haber asesinado a ‘Iván Ríos’?
No. Yo hice un gesto muy grande por el país, entregando este señor, que era un miembro del Secretariado. No maté
a un guerrillero de base. Pero las Farc no se quedan con ésta, dicen que me van a matar.
¿En que invertirá la recompensa?
Si el Gobierno me la paga, en crear empresas y centros de acopio agropecuario.
¿Qué le dice al presidente Uribe?
Que diga si me va a cumplir o no. Espero respuesta en ocho días, con mucho respeto. Si no comenzaré una huelga de hambre hasta morirme si me toca.
¿Qué tal es David Murcia Guzmán como compañero de celda?
Un buen muchacho, muy inteligente, con proyectos, que lucha por los pobres.
¿Le sorprendió la muerte de ‘Manuel Marulanda’?
A él lo mató la pena moral. Sobre todo la muerte de Iván Ríos, porque se perfilaba para ser el comandante de las
Farc. Colombia tiene que estar agradecida de que ya no tiene un verdugo de estos. A las Farc yo no les hice un daño material sino moral.
Los gestores de paz de las Farc
Sorpresa y polémica causó en la opinión pública saber que los dos ex guerrilleros que recuperarán su libertad y actuarán como gestores de paz son la temida ex comandante del frente 47 de las Farc, Nelly Ávila Moreno, alias Karina, y Raúl Agudelo, alias Olivo Saldaña, quien cundió el pánico en Tolima en su paso por las Farc.
Agudelo fue el primer guerrillero llamado a juicio bajo la Ley de Justicia y Paz. Karina también había sido postulada a los beneficios de esta norma. Y aunque ninguno de los dos se entregó con secuestrados, condición impuesta por el Decreto 641 de 2009 de la Presidencia para que un guerrillero se vuelva gestor de paz, el ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, ratificó la decisión y dijo que otros dos ex guerrilleros también serían excarcelados.
Los e-mails de ‘Raúl Reyes’ sobre Fensuagro
Se complicó aún más la situación jurídica de Juan Efraín Mendoza Gamba, el sindicalista de Fensuagro que fue hallado por el Ejército el pasado 27 de febrero en el campamento del Negro Antonio, guerrillero de las Farc.
Noticias Caracol divulgó que en el computador de Raúl Reyes se encontró el correo electrónico de una conversación entre Reyes y alguien identificada como Sara, con fecha del 22 de septiembre de 2005, en el que se hace referencia al sindicalista: “Juan Mendoza, miembro del ejecutivo de los agrarios, ha informado que la unidad de parques también busca instalarse en el Sumapaz y que esto se hace con complacencia de las Farc en el lugar”, se lee en la conversación.
Fensuagro, sin embargo, sigue rechazando las acusaciones en su contra. “Fensuagro es una organización gremial campesina, autónoma, independiente del Estado y no admite injerencia de ningún movimiento o grupo armado al margen de la ley”, expresó su Comité Ejecutivo Nacional.
En defensa de la Operación Orión
El general (r) de la Policía Leonardo Gallego negó las acusaciones en su contra sobre una supuesta alianza que estableció la Fuerza Pública con los paramilitares para ejecutar la Operación Orión, que se realizó en octubre de 2002 con el fin capturar milicianos en la Comuna 13 de Medellín.
Según le dijo Gallego a este diario, el operativo ya fue objeto de investigaciones penales y disciplinarias que no arrojaron ninguna sanción. “Los organismos de control estuvieron en esos eventos”, dijo el ex oficial.
Diego Fernando Murillo, alias ‘Don Berna’, aseguró desde Estados Unidos que el general (r) Gallego sí se alió con las autodefensas en la Operación Orión. Gallego lo refutó: “Yo no conozco a ese ‘Don Berna’ ni a ningún subalterno suyo. Sus afirmaciones son malintencionadas, es un resentido con la Fuerza Pública”.