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El proceso penal por el secuestro y la agresión de los que fue víctima la periodista Jineth Bedoya parece que empieza a moverse luego de 11 años de ocurrido el hecho y de la reciente demanda internacional contra el Estado, radicada por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDHH), por la inoperancia de la justicia frente al caso.
Un fiscal de la Unidad de Derechos Humanos llamó a indagatoria a un paramilitar desmovilizado que perteneció al Bloque Centauros de las Autodefensas y que, en audiencia de Justicia y Paz (JyP), reconoció haber participado en el crimen. El llamado es para ahondar en los pormenores de las personas que estarían involucradas en el caso y de esta manera tratar de llegar a los determinadores.
La periodista fue víctima de un grupo de delincuentes que la secuestraron el 25 de mayo del 2000, a las afueras de la cárcel La Modelo de Bogotá, cuando iba a entrevistar al paramilitar conocido con el alias de El Panadero, interno en el penal. Los secuestradores, luego de torturarla y agredirla sexualmente, la dejaron abandonada a las afueras de Villavicencio.
En la investigación por este caso está pendiente la versión libre del general (r) de la Policía, Leonardo Gallego, quien fue citado por la Fiscalía la semana pasada, diligencia que fue aplazada. Bedoya era periodista de El Espectador en la época de los hechos y hoy labora con el diario El Tiempo.
Por Redacción Judicial
