Paradójicamente, mientras la Procuraduría eleva pliego de cargos contra la senadora Piedad Córdoba y la denomina como posible traidora de la patria por sus acercamientos con las Farc, dos uniformados, cuyas vidas se pudren en el encierro desde 2007 y 2008, ven en esos acercamientos su puerta de salida y solicitan que la congresista sea apoyada en su intento por conseguir la libertad de los militares y policías que continúan bajo poder de esa guerrilla. Eso fue lo que manifestaron el mayor de la Policía Guillermo Solórzano y el cabo primero del Ejército Salín Antonio Sanmiguel Valderrama, en pruebas de supervivencia enviadas a la sede de Caracol Radio en Cali y difundidas el martes.
El cartagenero Solórzano, secuestrado el 4 de junio de 2007 en un paseo familiar en Miranda (Cauca) y ascendido a mayor durante su cautiverio, resumió esta cruel experiencia en una devastadora frase: “Acá morimos todos los días un poquito”. Expresó que él y sus compañeros de suerte son “personas al servicio de la patria” y, al tiempo que le agradeció a la senadora Córdoba su labor, le pidió a su familia que no desistiera en la lucha por el acuerdo humanitario. La fecha en que se grabó su testimonio, posiblemente, fue el pasado 14 de marzo, pues el oficial recordó que su esposa estaba de cumpleaños y que ese, precisamente, era su día número mil en la manigua.
El cabo Sanmiguel, por su parte, dirigió sus primeras palabras a su progenitora y las de los otros uniformados privados de la libertad: “A todas nuestras madres, sigan con fe y fortaleza porque ustedes han sido luz en medio de esta inmensa oscuridad”. Le pidió a su esposa Angélica que no deje de quererlo, a su hermana de 15 años, Aliffa, que estudie inglés y al mandatario Álvaro Uribe Vélez que pase a la historia como “el presidente de la paz” y que aprobó el anhelado acuerdo humanitario. Con una muñeca de trapo en sus manos se refirió a sus hijas Samantha y Tatiana, a quienes les dijo: “Tati, Sami, todavía tengo la muñequita. Acá tengo todos sus presentes. Espero abrazarlas pronto. Por radio me toca escuchar cómo crecen de rápido”.
Plagiado el 23 de mayo de 2008 en la vía a Cajamarca (Tolima), el uniformado clamó por apoyo para la senadora Piedad Córdoba: “Aunque mi sentido de militar me impide ser partícipe de algún partido (...) Ella es la única que nos ha ayudado. Ayúdennos a salir de esta selva”. Aunque los videos no duraron más de 12 minutos en total, les produjeron algo de tranquilidad a los familiares de estos cautivos. La incertidumbre del secuestro, sin embargo, sigue rondando a estas dos familias y a las otras 19 que comparten estas nefastas circunstancias.