Seis testigos señalan a abogado de patrullero de manipular pruebas en caso grafitero

Tres agentes del CTI de la Fiscalía y tres civiles han señalado al abogado, Héctor Hernando Ruiz, quien defiende los intereses del patrullero Wimer Antonio Alarcón, de haber participado en la supuesta manipulación de la escena del crimen en la muerte del joven grafitero, Diego Felipe Becerra, registrada el pasado 19 de agosto.

Según las pruebas recolectadas, el abogado llegó a las 11:30 de la noche al sector de la 106 con avenida Boyacá, en el norte de Bogotá, y estuvo en el lugar hasta horas de la madrugada, hecho por el cual, según fuentes allegadas al proceso, demoró tres horas la entrega de la escena del crimen a los agentes del CTI.

Igualmente se indica que se presentó en el lugar con un grupo de uniformados con los que discutió en repetidas oportunidades en el lugar donde horas antes había caído sin signos vitales Diego Felipe Becerra gracias al disparo que le propinó el patrullero Alarcón. En esos momentos, el jurista tuvo un altercado con uno de los investigadores de la Fiscalía.

“Esto indica que tuvo un control total de la escena del crimen y debe saber quien coloca el arma y quien dio la orden para colocarla”, precisó Gustavo Trejos, padre del menor de 16 años, quien ha manifestado que según los informes presentados por el CTI de la Fiscalía y el Instituto de Medicina Legal el arma que fue encontrada en la escena del crimen no funcionaba y que los estudios demostraron que Becerra en ningún momento manipuló un arma de fuego.

Por estos hechos, este martes tendrá que rendir versión libre ante el fiscal 295 de la unidad de Vida por su presunta participación en la manipulación de pruebas dentro de este caso, por el cual su cliente es procesado por el delito de homicidio agravado.

Gustavo Trejos, manifestó que el abogado puede saber quién y por qué motivos se ubicó un arma en el lugar para inculpar al joven de 16 años de haber amenazado al patrullero que lo perseguía con el fin de justificar el hecho de que este disparara sobre su humanidad.

Por estos mismos hechos el próximo 16 de agosto tendrá que rendir versión libre el patrullero de la Policía Metropolitana, quien desde febrero de este año se encuentra cobijado con medida de aseguramiento en centro penitenciario luego que un juez de garantías considerara que es un peligro para la sociedad y podía obstruir a la justicia.

En las pruebas recolectadas por la Fiscalía se indica que el patrullero disparó contra la humanidad de Becerra luego de perseguirlo por varias cuadras en el sector de Suba en el norte de Bogotá, causándole una herida mortal que acabo con su vida. Igualmente se ha podido demostrar que el uniformado sabia que el joven grafitero no portaba ninguna arma de fuego.

Por estos mismos cargos también están siendo investigados el teniente Rosemberg Madrid Orozco, el subintendente Juan Carlos Barrero y los patrulleros Nelson Castillo Rodríguez y Freddy Navarrete Rodríguez, pertenecientes a la Policía Metropolitana de Bogotá.
 

Tres agentes del CTI de la Fiscalía y tres civiles han señalado al abogado, Héctor Hernando Ruiz, quien defiende los intereses del patrullero Wimer Antonio Alarcón, de haber participado en la supuesta manipulación de la escena del crimen en la muerte del joven grafitero, Diego Felipe Becerra, registrada el pasado 19 de agosto.

Según las pruebas recolectadas, el abogado llegó a las 11:30 de la noche al sector de la 106 con avenida Boyacá, en el norte de Bogotá, y estuvo en el lugar hasta horas de la madrugada, hecho por el cual, según fuentes allegadas al proceso, demoró tres horas la entrega de la escena del crimen a los agentes del CTI.

Igualmente se indica que se presentó en el lugar con un grupo de uniformados con los que discutió en repetidas oportunidades en el lugar donde horas antes había caído sin signos vitales Diego Felipe Becerra gracias al disparo que le propinó el patrullero Alarcón. En esos momentos, el jurista tuvo un altercado con uno de los investigadores de la Fiscalía.

“Esto indica que tuvo un control total de la escena del crimen y debe saber quien coloca el arma y quien dio la orden para colocarla”, precisó Gustavo Trejos, padre del menor de 16 años, quien ha manifestado que según los informes presentados por el CTI de la Fiscalía y el Instituto de Medicina Legal el arma que fue encontrada en la escena del crimen no funcionaba y que los estudios demostraron que Becerra en ningún momento manipuló un arma de fuego.

Por estos hechos, este martes tendrá que rendir versión libre ante el fiscal 295 de la unidad de Vida por su presunta participación en la manipulación de pruebas dentro de este caso, por el cual su cliente es procesado por el delito de homicidio agravado.

Gustavo Trejos, manifestó que el abogado puede saber quién y por qué motivos se ubicó un arma en el lugar para inculpar al joven de 16 años de haber amenazado al patrullero que lo perseguía con el fin de justificar el hecho de que este disparara sobre su humanidad.

Por estos mismos hechos el próximo 16 de agosto tendrá que rendir versión libre el patrullero de la Policía Metropolitana, quien desde febrero de este año se encuentra cobijado con medida de aseguramiento en centro penitenciario luego que un juez de garantías considerara que es un peligro para la sociedad y podía obstruir a la justicia.

En las pruebas recolectadas por la Fiscalía se indica que el patrullero disparó contra la humanidad de Becerra luego de perseguirlo por varias cuadras en el sector de Suba en el norte de Bogotá, causándole una herida mortal que acabo con su vida. Igualmente se ha podido demostrar que el uniformado sabia que el joven grafitero no portaba ninguna arma de fuego.

Por estos mismos cargos también están siendo investigados el teniente Rosemberg Madrid Orozco, el subintendente Juan Carlos Barrero y los patrulleros Nelson Castillo Rodríguez y Freddy Navarrete Rodríguez, pertenecientes a la Policía Metropolitana de Bogotá.