Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La jueza penal Gloria Constanza Gaona, asesinada hace dos días en el municipio de Saravena, fue sepultada este jueves en Tunja en medio de una movilización de pesar encabezada por el vicepresidente, Angelino Garzón, y altos dignatarios del Poder Judicial.
La funcionaria, que investigaba varios casos delicados en Arauca, entre ellos el homicidio de tres niños cometido presuntamente por militares, fue inhumada en el cementerio de Santa Isabel de la capital departamental de Boyacá, Tunja, ciudad de la que era oriunda.
Tras un velatorio en el Palacio de Justicia de esta capital, el féretro con los restos de la jueza fue trasladado hasta la Catedral Basílica Metropolitana Santiago de Tunja, para unas exequias en las que coincidieron Garzón y los responsables de los consejos y cortes judiciales del país.
"La infamia del crimen ha sido protuberante", dijo a Efe el asesor jurídico de la Asociación Nacional de Funcionarios y Empleados de la Rama Judicial (Asonal Judicial), Fabio Hernández, al recordar que la jueza, de 39 años y con dos hijos, era una mujer indefensa y desprovista de seguridad.
La jurista fue tiroteada el pasado martes por la mañana cuando se dirigía a su despacho en Saravena, localidad de Arauca, departamento limítrofe con Venezuela y vecino al de Boyacá.
Un sicario joven la sorprendió en la calle cuando iba acompañada de su secretaria, que se salvó de morir porque al victimario se le trabó el arma de fuego con la que acribilló a la letrada, quien ejercía como titular del Juzgado Penal Especializado de Saravena.
La jueza llevaba más de un centenar de casos, mayoritariamente con miembros de grupos armados ilegales como sindicados, y uno relacionado con la violación de una niña campesina y su asesinato junto a dos de sus hermanos, también niños, en una zona rural la población araucana de Tame.
Por los hechos, cometidos el pasado octubre, está detenido el subteniente del Ejército Raúl Muñoz, quien confesó haber abusado de la menor, pero se declaró inocente del triple homicidio.
Las circunstancias en la que la jueza fue asesinada la convierten en "una especie de mártir del Poder Judicial", afirmó Hernández, cuya organización sindical, que representa a unos 41.000 funcionarios, convocó para el viernes una jornada de protesta en los principales centros urbanos del país.
La Asonal Judicial ha denunciado que, en los últimos tres años, trece funcionarios de la administración de justicia han sido asesinados y dos sedes de trabajo, una en Cali y otra en Buenaventura, han sido blanco de ataques dinamiteros.
Aún más, el Consejo Superior de la Judicatura tiene registrados el asesinato de cinco jueces en los últimos cuatro años, así como más de 750 casos de amenaza, la mitad de ellos a jueces penales, la jurisdicción a la que pertenecía la jurista asesinada.
"Este asesinato es una ofensa a la democracia colombiana", consideró el vicepresidente Garzón, antiguo sindicalista y exministro de Trabajo que invitó a sus compatriotas a acompañar la jornada de protesta convocada por la asociación judicial.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Camilo Tarquino, pidió desde Tunja a los operadores judiciales que se llenen de valentía para el ejercicio de sus funciones ante la realidad de que la seguridad que les ofrece el Estado "no es suficiente".