Ayer aparecieron en internet, vía correos electrónicos, amenazas contra miembros los Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Abogando para que no les sean retirados los esquemas de seguridad, el gremio sindical considera que grupos como las Bacrim –que para ellos continúan siendo los mismos paramilitares– continúan detrás de ellos para matarlos por supuestos vínculos con la guerrilla. El Espectador habló con su representante fiscal nacional, Fabio Arias, quien explicó cómo se vive la situación al interior de la organización.
¿Cuál es la seguridad de los miembros de la CUT?
Desafortunadamente seguimos recibiendo reiteradas amenazas de muerte. Unas veces son de las Águilas Negras, otras de los Rastrojos y también de los Urabeños. Se reciben vía internet, donde se dice que el Comité Ejecutivo de la CUT presuntamente está vinculado con los grupos guerrilleros y deben ser exterminados. Las últimas amenazas son muy genéricas y no especifican a quién van dirigidas; sin embargo, directivos sindicales regionales, especialmente de Valle, Atlántico, Antioquia y Caldas son quienes están siendo amenazados.
¿Qué sucedió después de la reunión de ayer con el ministro del interior Fernando Carrillo?
Nosotros teníamos programada desde la semana pasada una reunión con el Ministro del Interior para tratar asuntos de seguridad de varios dirigentes sindicales, por el hecho que se han retirado esquemas de seguridad del sindicato de los trabajadores bananeros de Urabá y miembros del comité ejecutivo de la CUT. La reunión fue para insistirle al gobierno que estos no deben retiraste porque nosotros siempre hemos sido declarados objetivo militar. Y lo que sucedió inmediatamente se acabó la reunión, ayer a las 10 de la mañana, fue que aparecieron unos correos en los que se amenazaba a directivos y subdirectivos de la organización.
¿Que decían?
Que dada la relación con la guerrilla, que según ellos existe por la infiltración de estos grupos en las organizaciones sindicales, en especial el Comité Ejecutivo de la CUT y algunas subdirectivas en los departamentos mencionados, nosotros somos también guerrilleros y vale la pena liquidarnos.
¿Por qué los declaran objetivo militar las Bacrim o los grupos al margen de la ley?
Desde que el Gobierno empezó a llamar a los grupos paramilitares Bacrim. Estos viejos grupos, bajo ese nombre nos han seguido amenazando. Son muy similares a las Águilas Negras porque tienen el mismo comportamiento. Últimamente, también han realizado amenazas a la Confederación General del Trabajo (CGT) por parte de las Farc en el Urabá, cosas que nosotros también rechazamos.
¿Cómo es la situación de los sindicalistas en Colombia que no tienen esquemas de seguridad?
El Gobierno ha venido insistiendo en que ha mejorado la situación de seguridad de los sindicalistas. Si bien es cierto que han asesinado menos, lo que muestra la realidad es que han amenazado más. Y a pesar de estas circunstancias, ha retirado los esquemas de protección, cosa que nosotros rechazamos porque para los sindicalistas el riesgo es latente. Por eso fue la reunión con el Ministro, para que analice todos los casos ya que el riesgo es permanente y el Gobierno no debería bajar la guardia en la protección sindical, porque las amenazas sí existen y coartan la libertad sindical.
¿Qué estadísticas tienen de miembros de la CUT asesinados el año pasado y en lo que va corrido de este?
El año pasado asesinaron 19 miembros de la CUT. Las amenazas llegaron casi a mil en 2012, y en lo que va corrido este año no tenemos asesinados pero sí persisten los correos en contra de dirigentes sindicales. Estas cifras coindicen con las que tienen en el Departamento de Derechos Humanos de la Vicepresidencia.
¿Quiénes fueron y en qué circunstancias sucedieron?
La mayoría son casos de maestros y de la Unión Sindical Obrera de los trabajadores petroleros.
¿Qué acciones tomarán si el gobierno no continúa prestando los servicios de protección y seguridad?
En primera instancia, el debido proceso es poner en conocimiento de las entidades como Fiscalía y Procuraduría estas situaciones; igual, hacemos llamados a organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo, que, por motivo de las amenazas, constató en un su última visita la delicada situación que viven los sindicalistas en Colombia. Además, nos han acompañado permanentemente la Confederación Sindical Internacional y los sindicatos norteamericanos.