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El Tribunal Supremo de Oporto (Portugal) aprobó la extradición a Colombia de Diego Marín, más conocido como Papá Pitufo en el mundo criminal. El ciudadano colombiano, que escapó a ese país ibérico luego de su captura en España para responder por procesos judiciales en su país de origen, es requerido por la Fiscalía para que responda por una investigación que lo señala como el zar del contrabando.
Aunque el Tribunal Superior de Oporto le dio el visto bueno a la extradición, ahora el caso pasa a la Corte Suprema de Portugal, pues la defensa de Marín presentó una apelación. La noticia la confirmó la fiscal general, Luz Adriana Camargo, quien agregó que espera que el alto tribunal resuelva pronto el recurso de los abogados de Papá Pitufo y que pronto regrese al país para enfrentar la investigación en la que ya fue imputado.
Si bien mucho se habla del poder de Diego Marín y de las redes de corrupción que, por décadas, le habrían permitido moverse como pez en el agua en el negocio del contrabando, lo cierto es que, en Colombia, solo hay un proceso que avanza ante los estrados judiciales. En ese expediente, la Fiscalía logró documentar sus andanzas criminales durante un período de siete meses, entre septiembre de 2023 y marzo de 2024.
“Era el líder de una organización criminal que buscaba cooptar a servidores públicos de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) mediante la entrega de dádivas como teléfonos celulares, dinero en efectivo y demás, para lograr que estas personas dejaran de lado sus funciones”, dijo la Juez 48 con Función de Garantías de Bogotá, al dictarle medida de aseguramiento el pasado 4 de febrero, luego de declararlo en contumacia.
Por esos hechos, la Fiscalía le imputó los delitos de concierto para delinquir y cohecho, pues tendría cómo probar que, entre 2021 y 2024, Marín habría pagado $1.019 millones en coimas y sobornos a policías colombianos que trabajaban en los puertos de Cartagena y Buenaventura, para que permitieran el funcionamiento de sus negocios ilegales. Aunque este es el único caso que avanza en la justicia colombiana, hay muchas otras sospechas sobre Marín.
Quienes conocen los secretos de los negocios ilícitos del contrabando, aseguran que Marín llevaba al menos cuatro décadas siendo el amo y señor de esas rentas criminales en Colombia. El exdirector de la Policía y exvicepresidente de Colombia, el general (r) Óscar Naranjo, se refirió a él en 2020 como un contrabandista que usaba las importaciones ilegales para lavar dinero del narcotráfico.
Aseguró, además, que se trataba de una “persona vinculada históricamente al cartel del norte del Valle, que figura simplemente como un próspero importador de mercancías”. Para el momento de esa declaración, ya el nombre de Diego Marín era bien conocido entre las autoridades. En 2004, el gobierno de Estados Unidos le quitó la visa por sus supuestos vínculos con lavado de dinero de carteles de la droga.
Ese mismo año, la Fiscalía ya tenía pruebas en su contra. El ente investigador, con apoyo de la DEA y la Policía, logró infiltrar a la Policía de aduanas de Cartagena y las pruebas permitieron librar la primera orden de captura contra tres uniformados, Diego Marín y su socio, Juan Francisco Solano más conocido como Pacho Malo. Desde ese momento, Papá Pitufo está prófugo de la justicia y se sabe que, con sus contactos criminales, logró moverse entre Colombia y España.
Pese a las evidencias, solo hasta el año pasado la Guardia Civil española concretó la captura de Marín, pero, luego de varios recursos judiciales, logró su libertad y huyó a Portugal. Allí tampoco corrió con suerte y fue capturado a finales del año pasado. Aunque pidió asilo y luego refugio para frenar la extradición, por ahora nada le ha salido bien. El Tribunal Superior de Oporto aceptó este 6 de marzo su extradición a Colombia, pero ahora la última palabra la tiene la Corte Suprema de Portugal.
La frustrada donación de Papá Pitufo a la campaña Petro Presidente
Al margen de las investigaciones judiciales por sus vínculos con negocios de contrabando, este 2025 arrancó movido en la escena política y judicial en Colombia. En el primer consejo de ministros televisado en el país, Augusto Rodríguez, mano derecha del presidente Petro y actual director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), afirmó Diego Marín quiso entregarle una donación a la campaña presidencial, pero el pago nunca se concretó.
Rodríguez hizo la revelación para dejar claro que no estaba de acuerdo con el regreso de Armando Benedetti al gobierno, pues sabía que él habría sido uno de los encargados de contactar a Papá Pitufo con la campaña. El hoy Ministro del Interior denunció a Rodríguez por injuria y calumnia, en un proceso que todavía no ha tenido movimiento. Sin embargo, lo que se sabe es que la donación por poco y se logra.
Lo que se sabe de ese dinero es que iban a ser al menos $500 millones y que Diego Marín se contactó con el catalán Xavier Vendrell, asesor de Petro, para acercarse con la campaña. Sin embargo, cuando el círculo cercano del presidente indagó sobre la procedencia del dinero y los antecedentes del donante, pidieron frenar la donación. Sobre el tema, el jefe de Estado ha señalado que Marín intentó infiltrarlo y chantajearlo.
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