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Catorce meses después de que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia vinculara mediante indagatoria al controvertido jefe político del partido Convergencia Ciudadana, Luis Alberto Gil, la Fiscalía ordenó su captura, sindicándolo de los delitos de concierto para delinquir agravado y constreñimiento al elector. La decisión fue tomada por un fiscal delegado ante la Corte debido a que existen pruebas que lo vinculan con Iván Roberto Duque, alias Ernesto Báez, y Rodrigo Pérez Alzate, alias Julián Bolívar.
El fiscal Mario Iguarán, además, señaló que a los ex representantes a la Cámara Alfonso Riaño y José Manuel Herrera, también del partido de Gil, les fue dictada medida de aseguramiento por los mismos delitos. En ese contexto, también fue llamado a indagatoria el coronel en retiro y ex gobernador de Santander Hugo Aguilar, quien está siendo investigado por supuestos vínculos con grupos de autodefensa y en particular por los delitos de concierto para delinquir agravado, constreñimiento al elector y cohecho impropio.
La decisión del ente acusador se da pocas semanas después de que saliera de su cargo el fiscal delegado ante la Corte Ricardo Mezamel, quien durante un año estuvo al frente del expediente y, según explicó en su momento, hasta la fecha de su salida no tenía pruebas para ordenar ninguna detención en contra de los ex parlamentarios investigados. Sin embargo, trascendió que en la cúpula de la Fiscalía existía malestar porque, al parecer, el fiscal Mezamel no avanzó sustancialmente en el caso en contra de Gil y otros tres ex parlamentarios.
De hecho, en varias ocasiones la Corte Suprema de Justicia le hizo llamados a la Fiscalía, en los que puntualmente le preguntaba por los avances en las investigaciones de los congresistas vinculados al escándalo parapolítico que habían renunciado a su fuero. De otra parte, ayer también trascendió que el ex presidente del Congreso Miguel Pinedo Vidal fue llamado a juicio por sus presuntos vínculos con el bloque Tayrona, del extraditado paramilitar Hernán Giraldo.