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“¿Quién dio la orden?” Así se encabezaba el arte de una campaña por la verdad que iniciaron 11 organizaciones sociales a propósito del capítulo de horror de la historia colombiana que se ha conocido como “falsos positivos”: ejecuciones extrajudiciales de civiles que fueron presentados falsamente como integrantes de grupos ilegales. La pieza gráfica enunciaba que, entre 2000 y 2010, se cometieron 5.763 crímenes de esta naturaleza bajo el mando de cinco generales de la República, dibujados en sus ropas militares. Y, para denotarlo, sobre cada uno de ellos había una calavera con el número de casos atribuidos a su comandancia en diferentes unidades militares.
El mural que para las organizaciones sociales busca hacer una ejercicio de memoria y verdad, y hacer un llamado a la conciencia colectiva sobre la verdad de lo que realmente pasó, incluye al actual comandante del Ejército, general Nicacio Martínez, con 75 casos que habrían ocurrido bajo su mando en otras unidades; al general Adolfo León Hernández, quien fue comandante del Batallón La Popa entre diciembre de 2007 y junio de 2009 con 39 casos; al actual comandante de la Brigada 13, general Marcos Pinto Lizarazo, con 45 víctimas; al excomandante del Ejército, general en retiro Mario Montoya Uribe, con 2429 homicidios; y el general Juan Carlos Barrera Jurado, con más de 154 casos en distintas unidades.