Último chance de Iván Moreno

Empezó la recta final del juicio disciplinario contra el senador Iván Moreno Rojas, por su presunta participación en el carrusel de la contratación de Bogotá. Se trata de la práctica de pruebas que comenzó ayer y que se convierte en la última oportunidad que tiene la defensa del congresista para convencer al procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, sobre la inocencia de su cliente.

En medio del disciplinario, uno de los episodios que trata de verificar el procurador es el relacionado con la solicitud que hizo Moreno a los Nule de que le entregaran dos zonas en la autopista Bogotá-Girardot para que su esposa ubicara estaciones de gasolina a cambio de interceder por ellos en las obras.

Esta etapa arrancó con el testimonio del excandidato presidencial Gustavo Petro, uno de los que denunció el carrusel de la contratación y quien ayer se ratificó. Señaló de nuevo al senador como uno de los promotores de las irregularidades en la celebración de contratos del Distrito, beneficiando allegados, aprovechando su cercanía con un exasesor de los Nule y su parentesco con el alcalde de Bogotá, Samuel Moreno.

En su testimonio mencionó casos como el de las familias Valderrama y Torrado (que trabajaron con Moreno en Bucaramanga), y los de Emilio Tapia y Julio Gómez. De acuerdo con Petro, a estas personas les adjudicaron contratos sin muchos requisitos y, en algunos casos, sin mediar proceso licitatorio. Uno de esos casos supuestamente fue el de suministro de alimentos a los hogares comunitarios en Bogotá, por casi $150 mil millones, otorgado a sus antiguos colaboradores en la capital de Santander.

Pero más allá de señalar posibles actos de corrupción de Moreno, también aprovechó para hablar de las irregularidades que se dieron con los contratos de obra en Bogotá y recordó el problema con los anticipos desviados y que terminaron invertidos en cosas diferentes. Dijo que todo esto se tradujo en retrasos y que, pese a que en la Alcaldía de Bogotá sabían, poco hicieron por evitarlo.

Así se abrió el telón del juicio disciplinario. Y como refuerzo a las declaraciones de Petro, se espera en los próximos días de audiencia la presencia los Nule. Sin embargo, sus testimonios aún no están confirmados, luego de que decidieron frenar su colaboración con la justicia mientras la Fiscalía no les defina con claridad su futuro jurídico.

Por su parte, el abogado Jaime Araújo Rentería ya marcó el camino de hacia dónde va su defensa para probar la inocencia de su cliente: demostrar que Moreno fue una de las víctimas de la campaña de desprestigio del DAS a través de las ‘chuzadas’ y que el caso de los Nule es un episodio que trasciende las fronteras de Bogotá y toca a todo el país.

Por esta razón, entre la cantidad de pruebas se analizarán algunos apartes del caso de las ‘chuzadas’ y los testimonios de Tomás Uribe, hijo del expresidente Uribe, y el exministro Sabas Pretelt de la Vega, para que aclaren sus posibles nexos con los Nule.

Si todo se cumple como está previsto, la práctica de pruebas continuará el próximo miércoles con las declaraciones de Luz Estella Alzate, Lucy de Moreno, Lorena Súarez, Inocencio Meléndez, Luis Guillermo Vélez y Juan Pablo Luque Luque. Para los días 5, 6 y 7 de julio citaron a Carlos Collins, Rafael Barbo y Martha Julieta Gómez, Alfonso Araújo Torres, Efraín Gutiérrez Álvarez, Germán Olano Becerra, Jaime Lombana, Liliana Pardo, José Fernando Bautista, Rina Cecilia Mendoza, Paula Andrea Galofre Amin, Sabas Pretelt de la Vega, Marta Angélica Martínez, Javier Hadad Cure, Adriana Mancini, Marta Isabel Fonseca Avendaño y Humberto de la Calle.

La diligencia seguirá entre el 11 y 14 de julio, fechas para las que citaron a José Miguel de la Calle, Ómar Ferreira, Miguel Ángel Moralesrussi, Jorge Pino Rici, Jaime Granados Peña, Pablo Muñoz, Alejandro Botero, Tomás Uribe Moreno, Yuri Chillán, Erica Janeth Ahumada, Gabriel Jaime Trujillo, Francisco José Géneco Roldán, Mauricio Horta, Fabio Zapata, Daniel Largacha, Andrés Garzón y Guido Nule Marinom, quien cierra esta etapa.

El listado de testigos, en favor y en contra, es largo y se prevé un juicio disciplinario demorado, en el que en menos de un mes no se conocér la decisión final.