“Yo no autorizo, y lo digo muy claramente, mientras yo sea Presidente el país no puede tener una estrategia, un discurso de agresión internacional”. Así reaccionó el presidente colombiano, Álvaro Uribe, ante el reciente informe del Ministerio de Defensa en el que revela que Colombia requiere la compra de material bélico (como material de defensa aérea, de neutralización de blindados y equipos para fortalecer la capacidad de vigilancia) con el fin de defender la soberanía ante amenazas expansionistas de los países vecinos.
Según dicho documento: “Teniendo en cuenta el cambio en el entorno estratégico regional, la tendencia a la polarización política y las aspiraciones expansionistas por algunos países, tanto en términos ideológicos como territoriales, surge la necesidad de hacer un mayor énfasis en la protección de la soberanía nacional”.
El contenido del informe fue calificado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, como una estrategia guerrerista contra su país y, en medio de un acto militar celebrado el lunes, denunció un plan que consistía en un “falso positivo”, pues se trasladaría a Venezuela gente muerta en Colombia, se construiría un campamento improvisado con fusiles y propaganda guerrillera y luego se presentaría eso ante el mundo como la confirmación de las denuncias de que ese país alberga a terroristas. Todo esto con el apoyo de Estados Unidos.
Ante el pronunciamiento de Uribe, el ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, dijo ser el ‘ministro de la paz’ y se mostró partidario de que “nunca hubiera un conflicto internacional”.