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La Asociación Campesina Ambiental de Lozada Guayabero (ASCAL-G) del municipio de La Macarena (Meta) denunció el asesinato del excombatiente de las Farc Carlos Miranda de 30 años en la vereda Aires del Perdido. Según la organización campesina, los responsables de este crimen serían miembros del Ejército. El hecho habría ocurrido sobre las 11:30 a.m del pasado 9 de junio cuando Miranda se transportaba en una moto.
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"(...)Esto sucedió a escasos metros de una fonda de la vereda donde se desarrollaba un bazar, y cerca de la escuela. También resulto afectado con impactos de disparos la unidad sanitaria de una vivienda propiedad del señor José Olbein Arias, donde se encontraban niños y adultos", los cuales salieron ilesos, señala el comunicado de prensa emitido por Ascal-G.
Sigue a El Espectador en WhatsAppEl Espectador se contató con el Ministerio de Defensa y señalaron que Miranda murió en medio de una operación de la Fuerza de Tarea Omega del Ejército y que Miranda sería "un presunto miembro de una GAOR (Grupo Armado Organizado Residual) de la zona. Se espera que en las próximas horas el Ejército se pronuncie al respecto.
La comunidad campesina también denunció que a partir de ese momento el Ejército instaló retenes en las tres vías de la vereda. De acuerdo con la infromación emitida por Ascal G, la Fuerza Pública retuvo a toda persona que transitaba por la vía y no permitieron el paso del vehículo que transportaba la leche de ese sector. "Fueron detenidas unas 100 personas, aproximadamente, entre los cuales se encontraban varios niños".
Estas personas habrían sido retenidas hasta las seis de la tarde. Los soldados argumentaron que no los podían dejar continuar mientras hacían el procedimiento del levantamiento del cuerpo de Miranda. Según Ascal-G, hubo presencia también de la Policía y la Fiscalía. "Miembros de la comunidad trataron de averiguar a los militares de que brigada y batallón eran y no obtuvieron respuesta" afirmó la comunidad campesina.
Después de lo ocurrido el día el 9 de junio pasado, la comunidad denuncia que se ha visto obligada a ser requisada e interrogada por miembros del Ejército. "(...) deben responder (a los militares) preguntas a los militares sobre el lugar a donde se dirigen, y también piden a las personas levantarse la camisa, el ruido de helicópteros que aterrizan cerca a la escuela generan pánico en los niños, igualmente las casas de tres familias han permanecido con militares dentro o cerca desde el día 9 de junio. Se ha observado a soldados con cámaras y celulares gravandolas casas y los lugares cercanos".