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La herramienta para que las empresas puedan prevenir las violencias de género

La Caja Púrpura, que hoy hace su lanzamiento, constituye una serie metodologías pedagógicas e innovadoras para que las empresas y sus comunidades de interés conozcan qué son las VBG y cuáles son los distintos caminos que ofrece la ley para salir de los ciclos de violencia.

03 de abril de 2024 - 01:39 p. m.
Caja Púrpura
Caja Púrpura
Foto: Fundación ProBono

La Fundación ProBono y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) han lanzado una iniciativa dirigida a las víctimas de violencia de género (VBG). A través de una cartilla digital, conocida como Caja Púrpura, una serie de historietas, pódcast y videos, buscan capacitar a estas víctimas para entender y abordar sus necesidades legales. Además, es un recurso para que las pequeñas, medianas y grandes empresas encuentren un instrumento para prevenir y combatir este tipo de violencia.

Desde su fundación en 2009, la fundación ha atendido a numerosas víctimas de VBG que buscan asesoramiento legal para denunciar. Su nuevo proyecto, la Caja Púrpura, integra estos servicios para brindar educación jurídica integral, accesible a través de WhatsApp y otras redes sociales. Por ello, durante su lanzamiento, varias panelistas hablan de metodologías pedagógicas e innovadoras para que las empresas y sus comunidades de interés conozcan qué son las VBG y cuáles son los distintos caminos que ofrece la ley para salir de los ciclos de violencia.

La iniciativa incluye una caja que contiene tres cartillas con historias significativas y recursos educativos. La primera cartilla relata la historia de Ana, una víctima de violencia basada en género (VBG), y a través de su experiencia ilustra las formas de violencia sexual, física y psicológica, así como los procedimientos legales para buscar protección y denunciar al agresor. La abuela de Ana le guía en este proceso, mientras juntas exploran diferentes islas que representan las rutas para garantizar los derechos de las víctimas.

Por su parte, la tercera cartilla aborda específicamente las violencias contra la comunidad LGBTIQ, ofreciendo información sobre educación trans y mecanismos para proteger sus derechos, ampliando así el alcance de esta valiosa herramienta más allá de las mujeres. Al respecto, Ana María Arboleda, directora ejecutiva de la ProBono, expuso que su principal labor es promover el acceso a la justicia y los servicios jurídicos pro bono para mujeres y población LGTBIQ+, víctimas de VBG.

Conversaciones sobre violencias basadas en género, derechos y rutas para protegerlos

Durante el panel de lanzamiento de la Caja Púrpura, la escritora, periodista y consultora en temas de género y política internacional, Claudia Palacios, junto con Luisa García, responsable de diversidad, equidad e inclusión de la caja de compensación Comfam, hablaron sobre los impactos que puede tener el sector empresarial al comprender y saber cómo prevenir las violencias basadas en género.

Parte de la fuerza de trabajo de las empresas está en una mayor posibilidad de sufrir feminicidios: Las mujeres. Esa es una de las razones que expone Palacios para comprender que las violencias contra las mujeres las afecta en todos los sectores, de ahí que las empresas deben pensarse cómo actuar para erradicar las violencias y disminuir las brechas de género a nivel laboral.

“Las VBG no son un asunto solo de mujeres. Los hombres también son afectados por la inequidad de género”, dijo Palacios, exponiendo que ellos, al igual que las empresas, tienen un papel fundamental para combatir las violencias. “No solo es importante que las empresas den empleo, sino que creen formas de seguir educando en sistemas más sanos a la población”, añadió la experta.

Por su parte, García expuso que más allá de las obligaciones por ley que tienen una empresa, “hay que hacer un llamado a la consciencia, que es económica, jurídica, social y cultural”. Según ella, este sector tiene una corresponsabilidad que implica vincularse con la conversación alrededor de las violencias basadas en género más allá de su responsabilidad social.

Además, nombró que el hecho de que las empresas no tengan un protocolo para el manejo de casos de violencia, se producen y se deben comprender a nivel de que esto genera impactos a nivel económico. “No se debe limitar a los cumplimientos jurídicos, como ciudadanos, familiares y empresas al conocer una situación de VBG, todos tienen la responsabilidad de tomar acciones y activar rutas”, dijo García.

“Hay un compromiso de generar espacios para que la gente pueda acercarse a la información”, así como buscar formaciones con personal experto en el asunto, que no es un espacio de unas cuantas horas, sino que deben atravesar planes de desarrollo de las organizaciones. “Así como comunicamos como van las ganancias y procesos, debemos comunicar como van las acciones en el tema de VBG”, expresó la funcionaria, lo cual debe estar destinado a crear espacios laborales más sanos y seguros.

Hay empresas que ya han iniciado, otras que han aplicado protocolos y otras que apenas empiezan. Siendo este un tema que hace muy pocos años se ha puesto en el sector empresarial, fundaciones como ProBono con el apoyo de USAID esperan posicionar el debate a medida que aportan asesoría y herramientas para eliminar las violencias basadas en género.

Para visualizar el panel completo, visite el Facebook de Justicia Inclusiva.

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