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Seguramente ha notado que una de las plantas más populares durante la Navidad es el cactus de Navidad, también conocido como cactus navideño, cactus de invierno o plumas de Santa Teresa. Es una opción ideal para decorar en esta época por sus vistosas flores y facilidad de cuidado. Pero, ¿qué pasa cuando no florece? La ausencia de sus característicos colores puede generar preocupación entre quienes esperan verlo en todo su esplendor.
¿Por qué no florece su cactus de Navidad?
La respuesta está en sus cuidados. Pero antes de entrar en detalle, conviene conocer su origen. El cactus de Navidad, del género Schlumbergera, es una planta suculenta de porte colgante que se caracteriza por sus flores, típicas de finales de año, motivo por el cual recibe su nombre.
Originaria de Brasil, —una región de clima cálido y húmedo—, esta planta puede alcanzar entre 25 y 35 centímetros de altura. Se distingue por sus tallos colgantes, que le dan un aspecto decorativo y elegante. En lugar de hojas tradicionales, presenta filoclados, estructuras segmentadas que cumplen funciones similares a las hojas y que se ensamblan entre sí, formando los segmentos de los que brotan sus llamativas flores.
Aunque suele ser una especie resistente y de fácil mantenimiento, a veces puede dejar de florecer. Si esto ocurre, es posible que las condiciones de luz, riego o temperatura no sean las adecuadas para estimular su floración anual.
Primer caso: la luz
Teniendo en cuenta que el cactus de Navidad es originario de Brasil, un país tropical como el nuestro, es importante recrear en casa las condiciones que favorecen su desarrollo natural. En interiores, ubíquelo en un lugar con abundante luz natural, preferiblemente cerca de una ventana, pero sin sol directo, ya que puede quemar sus tallos. En exteriores, busque un espacio fresco y sombreado, protegido de la radiación intensa para evitar deshidratación o manchas.
Según la página web del programa de Extensión de la Universidad de Georgia en el condado de Cherokee, el secreto para que florezca está en regular la luz y la temperatura, factores que influyen directamente en la formación de capullos. Para favorecer una floración abundante:
- Bríndele buena iluminación, pero evite el sol directo.
- Mantenga temperaturas entre 13 °C y 18 °C, especialmente en las noches.
- Asegure noches largas y oscuras (al menos 13 horas sin luz artificial) durante unas ocho semanas, idealmente entre septiembre y octubre.
Si desea estimular la floración, puede cubrir la planta con una caja o ubicarla en un espacio oscuro desde las 8 p. m. hasta las 8 a. m. cada día, hasta que empiece a formar capullos. Otra opción es mantenerla en un lugar fresco con temperaturas de clima templado a cálido, esto puede sustituir el tratamiento de oscuridad.
Según caso: Riego y fertilización
A diferencia de otros cactus que crecen en climas áridos y necesitan muy poca agua, el cactus de Navidad proviene de la selva tropical. Por eso, sus cuidados son distintos y deben adaptarse a un entorno más húmedo y sombreado.
Recomendaciones
- Riego: cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto, riegue abundantemente hasta que el agua salga por los orificios de drenaje.
- Drenaje: espere unos minutos y elimine el exceso de agua que quede en el plato o base de la maceta; así evitará el encharcamiento y la pudrición de las raíces.
- Fertilización: durante su etapa de crecimiento activo, aplique un fertilizante soluble en agua, preferiblemente formulado para plantas de interior con flor.
- Frecuencia: siga las indicaciones del envase para no sobredosificar el producto, ya que un exceso de nutrientes puede afectar su floración.
Tercer caso: Humedad
Según el Chicago Botanic Garden, el cactus de Navidad prefiere ambientes húmedos, pero los hogares suelen ser más secos, especialmente en interiores. Para mantener las condiciones adecuadas, puede crear un pequeño sistema de humedad que beneficie solo a la planta.
Cómo aumentar la humedad alrededor del cactus:
- Paso 1: coloque la maceta (con su plato) sobre un recipiente o bandeja pequeña llena de guijarros.
- Paso 2: vierta agua sobre los guijarros, pero asegúrese de que el nivel no sobrepase la base de la capa superior.
- Paso 3: el agua se irá evaporando gradualmente, creando un ambiente más húmedo alrededor del cactus sin mojar directamente la maceta.
Este método ayuda a mantener la humedad ideal sin riesgo de encharcar las raíces, lo que favorece el crecimiento y la floración de la planta.
Otros cuidados
- No la mueva: Una vez que la planta esté en su ubicación definitiva, evite moverla constantemente para que no se estrese.
- Macetas: Al igual que otros cactus, les gusta tener las raíces “apretadas”, por lo que una maceta pequeña puede promover la floración. Asegúrese que el sustrato tenga buen drenaje, usando mezclas para cactus con materiales como perlita, arena y humus de lombriz. Incluso, por su origen como planta epifita, puede funcionarle el sustrato de coco que se usa en bromelias y orquídeas.
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