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Las hortensias son unas de las. plantas más comunes en jardínes, tanto de expertos como de pricipiantes, por su belleza, elegancia y su variedad de colores.
Originaria de climas templados, esta planta de follaje verde y brillante puede alcanzar entre uno y tres metros de altura, dependiendo tanto de la variedad como de las condiciones del entorno. En algunas especies, incluso puede comportarse como trepadora, desarrollando lianas que pueden llegar a extenderse hasta 30 metros.
Su floración es continua: los ramos de flores duran aproximadamente dos semanas antes de marchitarse, momento en el que la planta inicia un proceso natural de renovación y genera nuevos ramos. Después de este recambio floral, se recomienda realizar una poda. Esta práctica no solo ayuda a conservar la forma del arbusto, sino que también favorece la aparición de nuevos brotes.
Y si bien las hortensias lucen hermosas en cualquier tonalidad, el tono de sus flores puede variar según el pH del suelo. En suelos ácidos, con un pH entre 4,5 y 5, las flores tienden a volverse azules. En cambio, un pH más neutro, entre 6 y 6,5, da lugar a flores rosadas. Las hortensias blancas, por su parte, suelen aparecer en suelos más alcalinos, con un pH cercano a 8.
Un método común para acidificar el suelo es añadir un poco de vinagre al agua de riego. Sin embargo, es importante realizar estos cambios con precaución, ya que modificar el pH es un proceso lento que debe hacerse de forma progresiva para no dañar la planta.
El tipo de suelo ideal para cultivar hortensias es el arcilloso, una mezcla equilibrada de arena, limo y arcilla. Esta composición ofrece un entorno óptimo para el desarrollo de las raíces y la correcta absorción de nutrientes.
Además, es recomendable abonar el sustrato para fortalecer la floración. Lo ideal es optar por fertilizantes orgánicos, preferiblemente aquellos formulados específicamente para hortensias.
Contar con un suelo bien drenado es clave para el éxito en el cultivo de hortensias. Aunque estas plantas disfrutan de un ambiente húmedo, no toleran el exceso de agua. Un drenaje deficiente puede causar pudrición de raíces, un problema serio que puede afectar su salud. Para mejorar el drenaje, se recomienda incorporar perlita o arena gruesa al sustrato.
Cómo cuidar el pH del suelo para hortensias
1. Asegura un pH ácido en el sueloLas hortensias necesitan un suelo con pH bajo (ácido) para absorber los nutrientes de forma adecuada. Un pH entre 4,5 y 5,5 suele ser ideal.
2. Ajusta el pH con antelación: Si planeas modificar el pH del suelo para influir en el color de las flores o mejorar la salud de la planta, hazlo con tiempo.
📅 Realiza estos ajustes al menos 60 días antes del inicio de la floración.
⚠️ Cualquier cambio posterior ya no tendrá efecto en esa temporada de flores.
3. Vigila el color de las flores: Una pérdida de color en las hortensias puede indicar dos posibles problemas:
- Falta de nutrientes en el suelo.
- Cambios en el pH que dificultan la absorción de esos nutrientes.
4. Reacciona a tiempo: Si notas cambios en el color o vigor de la planta, realiza un análisis del pH del suelo y considera reforzar el sustrato con abonos adecuados para hortensias.
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