Pocas hierbas logran equilibrar tan bien el sabor, la historia y la utilidad como el estragón, una planta que ha cautivado tanto a cocineros como a herbolarios durante siglos. Con su inconfundible aroma anisado y sus propiedades medicinales reconocidas desde la antigüedad, el estragón ha recorrido un largo hasta los huertos y cocinas del mundo. Hoy le decimos como puede tenerlo en su cultivo.
El estragón (Artemisia dracunculus), conocido también como dragoncillo o tarragón, es una planta herbácea perenne de la familia Asteraceae, distribuida de forma silvestre en gran parte de Eurasia y Norteamérica. Pertenece al mismo género que el ajenjo y la artemisa vulgar, compartiendo con ellas propiedades aromáticas y medicinales que la han convertido en una especie muy apreciada tanto en la cocina como en la herbolaria tradicional.
El estragón es una planta que puede crecer entre 60 y 120 centímetros de altura y tiene tallos algo leñosos, a veces de tonos rojizos o marrones. Sus hojas son alargadas, de color verde brillante y con bordes lisos, y sus flores son muy pequeñas, de color amarillo o amarillo verdoso. Al final de la floración produce un fruto pequeño y alargado llamado cipsela.
Según el Jardín Botánico de Missuri, el estragón posee numerosas propiedades medicinales reconocidas desde la antigüedad, incluyendo acciones eupépticas, carminativas, emenagogas, antirreumáticas, antisépticas, diuréticas y laxantes. Históricamente, su raíz se aplicaba de forma tópica para tratar mordeduras de perros y serpientes, así como para aliviar el dolor de muelas.
En el ámbito culinario, el estragón es un condimento muy apreciado, especialmente en la gastronomía francesa, donde forma parte esencial de mezclas clásicas como las hierbas provenzales y el bouquet garni. Existen dos variedades principales: el estragón silvestre (con sabor y aroma variables) y el estragón francés (Artemisia dracunculus var. sativa), este último muy valorado por su penetrante sabor y aroma a anís. El estragón francés es ingrediente fundamental de la salsa bearnesa y se utiliza para aromatizar pescados, carnes, verduras, huevos, ensaladas y vinagres.
Luz
- El estragón prospera mejor bajo condiciones de pleno sol, lo cual es esencial para su crecimiento robusto y el desarrollo de su característico follaje aromático.
- Aunque puede tolerar la sombra parcial en cierta medida, la luz insuficiente provocará tallos alargados, vigor reducido y un follaje escaso con sabor disminuido. En áreas de sombra total, su crecimiento se ve significativamente afectado.
- Ojo, en climas muy calurosos, es recomendable proporcionar algo de sombra durante las horas más intensas de la tarde para evitar el estrés por calor excesivo.
Clima
- El estragón es una planta notablemente resistente que soporta un amplio rango de temperaturas, desde -20°C hasta 41°C, con un rango ideal entre 5°C y 35°C.
- Las heladas extremas pueden causar decoloración en las hojas y retroceso de los tallos, por lo que se recomienda proteger la planta con mantillo durante períodos de frío intenso.
- En calor excesivo, puede marchitarse o mostrar quemaduras en las hojas, siendo necesario asegurar un riego adecuado durante estos períodos calurosos para mantener su vigor.
Riego
- Originario de suelos semiáridos, el estragón muestra una tolerancia moderada a la sequía y prefiere un nivel constante de humedad sin encharcamiento. Se recomienda regar cada semana para mantener su equilibrio de hidratación, asegurando que el suelo permanezca húmedo pero nunca empapado.
- Esta planta utiliza el agua eficientemente pero no requiere abundancia excesiva. El exceso de riego puede provocar pudrición de las raíces, por lo que es fundamental mantener un suelo bien drenado y permitir que se seque ligeramente entre riegos.
Sustrato
- El estragón requiere un suelo bien aireado y bien drenado para un crecimiento óptimo. Una mezcla adecuada se puede crear utilizando tierra de jardín, arena y compost en partes iguales, con un pH entre 6 y 7.5. El suelo puede estar compuesto de arena, marga, calcáreo o arcilla, siempre que tenga buen drenaje.
- Para prevenir el encharcamiento, es esencial añadir perlita o arena gruesa a la mezcla. El suelo debe permitir una buena circulación de aire alrededor de las raíces para prevenir problemas de pudrición.
Poda
- La poda regular previene el alargamiento excesivo de los tallos y mejora tanto el sabor como la salud general de la planta. Es fundamental utilizar siempre herramientas limpias y afiladas para evitar la transmisión de enfermedades. Una poda adecuada asegura una temporada de crecimiento robusta y productiva.
Plagas y Enfermedades
- El estragón puede verse afectado por la enfermedad de las manchas, caracterizada por lesiones descoloridas en hojas y tallos que pueden llevar a un crecimiento reducido y, en casos graves sin tratamiento, a la muerte de la planta. Las infecciones bacterianas deben tratarse rápidamente para evitar que se propaguen a plantas vecinas.
- El marchitamiento de la planta puede ocurrir por diversas causas, incluyendo falta de riego, exceso de agua o procesos estacionales naturales. La pudrición de la hoja es otro problema común causado por patógenos, especialmente en condiciones de exceso de humedad. Es importante mantener un equilibrio adecuado de riego y asegurar buena circulación de aire para prevenir estos problemas. Interesantemente, el estragón contiene compuestos naturales que le brindan defensa contra insectos y herbívoros, lo que lo convierte en un repelente natural de plagas.
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