Guía práctica para combatir las moscas en el sustrato de sus plantas

Mosca

Foto: FreePik

Si ha notado una presencia constante de pequeñas moscas alrededor de sus plantas o en la superficie del sustrato, no se trata solo de una molestia visual. Estas diminutas visitantes pueden ser señal de un problema mayor que afecta directamente la salud de sus cultivos. Más allá del zumbido persistente, algunas especies de moscas depositan sus larvas en la tierra, donde comienzan a alimentarse de raíces, tallos jóvenes y hojas, comprometiendo seriamente el desarrollo de las plantas.

De hecho, en cultivos ornamentales, de hortalizas o de aromáticas, los excrementos que dejan estos insectos sobre hojas y flores pueden tener un impacto estético negativo y, si la infestación es severa, frenar el crecimiento de las plántulas. Comprender el comportamiento y los efectos de estas plagas es el primer paso para proteger su jardín o huerta de daños difíciles de revertir.

La Huerta conversó con Eleana Suaza y Julio Rincón, fundadores de Plantix Vivero, un proyecto familiar nacido en Bogotá con el objetivo de acercar la jardinería a la vida cotidiana de las personas. A través de la venta de plantas e insumos, así como de clases, asesorías y talleres. Gracias a su experiencia como viveristas, han identificado tres tipos principales de moscas que suelen afectar tanto jardines como espacios interiores. Conocer estas especies y las condiciones que favorecen su aparición resulta esencial para aplicar estrategias de manejo adecuadas.

A continuación, se presentan las más comunes:

• Mosquitas del sustrato (familia Sciaridae): También conocidas como moscas del mantillo, estas diminutas moscas negras suelen aparecer cuando el sustrato retiene demasiada humedad. Sus larvas prosperan en materia orgánica húmeda y en descomposición, por lo que su presencia indica riegos excesivos o un drenaje deficiente.
• Moscas blancas (familia Aleyrodidae): Comunes en jardines exteriores, balcones o espacios cerrados con poca ventilación, estas pequeñas moscas de aspecto algodonoso se alojan en el envés de las hojas. Se reproducen rápidamente en ambientes húmedos y mal ventilados, dificultando el control si no se actúa a tiempo.
• Moscas de la fruta (género Drosophila): Aunque menos frecuentes, pueden aparecer cuando hay restos de frutas en descomposición cerca de las plantas. Atraídas por los azúcares fermentados, es común verlas migrar desde la cocina o composteras mal manejadas hacia los cultivos.

“Cada una de estas especies responde a condiciones ambientales específicas. Por ello, identificar correctamente el tipo de mosca presente permite implementar medidas preventivas y correctivas más eficaces”, comentó el vivero.

¿Cómo identificar?

“Cuando una planta está infestada por larvas de mosca del sustrato, los signos son claros: pequeños insectos que emergen al mover la maceta, larvas blanquecinas visibles en la superficie del sustrato, y moscas revoloteando alrededor. Detectarlas a tiempo es fundamental, ya que suelen pasar desapercibidas hasta que el problema es grave, dificultando su eliminación y afectando seriamente la salud de las plantas”, aseguró,

Los daños causados por la mosca del sustrato aparecen de forma gradual. Las plantas afectadas detienen su crecimiento, pierden fuerza y el color de sus hojas se desvanece. Además, se vuelven más vulnerables a hongos como Fusarium o Botrytis, que estas moscas pueden transportar y que, en casos graves, pueden llegar a matar a la planta.

Para que identifique este insecto, frecuentemente confundido con un mosquito por su tamaño reducido, debe saber que mide entre tres y cinco milímetros. Tiene el cuerpo negro o gris oscuro, con patas y antenas alargadas. Aunque estos detalles son difíciles de distinguir sin aumento, su presencia suele evidenciarse por la aparición de pequeños insectos volando cerca de las macetas.

Ojo, si bien los adultos no dañan directamente a las plantas, sus larvas representan una amenaza real: se alimentan de las raíces y tejidos jóvenes, debilitando seriamente la estructura de la planta. A esto se suma su alta capacidad reproductiva: cada hembra puede depositar hasta 400 huevos, lo que favorece una infestación rápida y difícil de controlar.

“¿Por qué aparece esta plaga? El principal factor que favorece su presencia es el exceso de humedad en el sustrato, por eso también se le conoce como “mosca de la humedad”. El riego frecuente sin permitir que la tierra se seque, el mal drenaje o dejar agua estancada en los platos debajo de las macetas son condiciones ideales para su desarrollo. También influyen la alta humedad ambiental y las temperaturas elevadas, que aceleran su ciclo reproductivo", dijeron los expertos.

¿Y cómo debe controlarlo?

“Para las moscas del sustrato, una técnica altamente efectiva consiste en cubrir la superficie del sustrato con una capa de arena fina, grava o tierra de diatomeas, creando una barrera física que interrumpe eficazmente su ciclo reproductivo. Los extractos naturales representan otra herramienta valiosa: pulverizaciones suaves de canela, ajo o aceite de neem actúan como potentes repelentes selectivos que preservan la integridad de los polinizadores y otros insectos beneficiosos del ecosistema”, aseguró el vivero.

• Control biológico con nematodos entomopatógenos: El uso de nematodos como Steinernema feltiae es una opción natural y efectiva para combatir las larvas de mosquitas en el sustrato. Estos organismos microscópicos atacan específicamente a las larvas sin perjudicar a otros microorganismos beneficiosos del suelo, ayudando a mantener la salud de las raíces y el equilibrio del ecosistema.
• Trampas adhesivas amarillas: Estas trampas son muy útiles para monitorear y controlar los insectos adultos voladores. Al capturarlos, se interrumpe su ciclo reproductivo, lo que ayuda a reducir gradualmente la población.
• Insecticidas orgánicos: Productos a base de aceite de neem o jabón potásico ofrecen una alternativa segura y efectiva si se aplican con moderación. Es fundamental seguir siempre las instrucciones del fabricante para evitar daños a las plantas o al entorno.

“Una estrategia complementaria y natural para el control de moscas en jardines y huertas es la implementación de plantas compañeras con propiedades repelentes. Esta técnica, según explican desde el vivero, no solo ayuda a reducir la presencia de plagas como las moscas del sustrato, sino que también fortalece la biodiversidad y resiliencia del ecosistema cultivado. Al combinar distintas plantas de manera estratégica, se crea un entorno más equilibrado y menos propenso a infestaciones”, dijo el vivero.

Algunas de estas plantas son:

• En interiores: Menta, albahaca y lavanda son excelentes opciones. Además de ser aromáticas, ayudan a mantener alejados a varios tipos de insectos.
• En exteriores: La citronela y la caléndula son aliadas eficaces contra moscas y otras plagas, y contribuyen a un entorno más diverso y saludable.

"La combinación de estas prácticas permite un manejo más integral y respetuoso con el medioambiente, contribuyendo a mantener un jardín sano y en equilibrio", afirmó el vivero.

Cómo prevenir futuras infestaciones

• Riego moderado: Especialmente en plantas de interior, esperar a que la capa superior del sustrato esté seca antes de volver a regar.
• Higiene regular: Limpiar las hojas con un paño húmedo para eliminar polvo y posibles huevos. Eliminar hojas secas y restos vegetales evita que se acumulen humedad y materia orgánica donde las larvas puedan alimentarse.
• Retiro de restos: Quitar de inmediato hojas caídas u otros residuos del sustrato.
• Ambiente adecuado: Garantizar buena ventilación e iluminación para mantener condiciones poco favorables para las plagas y saludables para las plantas.
• Barreras físicas: Cubrir la superficie del sustrato con arena fina, vermiculita o tierra de diatomeas impide que las moscas pongan huevos y que las larvas salgan al exterior.

“Cuidar plantas es una manera de reconectarse con la vida, con los ciclos de la naturaleza y con uno mismo. En Plantix creemos que cualquier persona puede tener un jardín, sin importar el tamaño del espacio. Las plantas nos enseñan paciencia, atención y gratitud. Y cuando enfrentamos una plaga, también nos invitan a actuar con conciencia y respeto por el entorno”, concluyeron.

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