En las zonas tropicales de Colombia y otros países de América del Sur, una planta extraordinaria cautiva la mirada de quienes la encuentran: las Heliconias. Y es que con sus tallos largos y sus llamativas flores de colores vibrantes, esta planta es un verdadero emblema de la selva tropical que puede tener con facilidad en su casa si le provee ciertos cuidados específicos.
Conocidas también como platanillos o picos de tucán, son plantas herbáceas perennes que se destacan por su belleza y versatilidad. Pertenecientes a la familia Heliconiaceae, y originarias de las regiones cálidas y húmedas de América del Sur, América Central, las islas del Pacífico y algunas zonas de Indonesia, estas plantas han adornado jardines y espacios naturales en todo el mundo tropical. Sin embargo, tienen un valor especial en Colombia, pues según el Jardín Botánico del Quindío, se han descrito alrededor de 110 especies de heliconias, de las cuales aproximadamente la mitad son endémicas. Las regiones con mayor proporción de endemismo son la Andina, con un 75%, y la Pacífica, con un 20%. Además, las regiones con mayor diversidad de especies son la vertiente occidental andina (35%), el valle del río Atrato (25%), las vertientes del río Magdalena (25%) y la región Oriental Andina (25%).
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Estas plantas destacan por su impresionante diversidad en tamaños, formas y colores, con ejemplares que van desde compactas variedades de apenas 70 centímetros hasta majestuosos gigantes que alcanzan los 10 metros de altura. Juan Camilo Ordóñez Blanco, biólogo y horticultor del Jardín Botánico de Cali, en entrevista con la Huerta, señala que las heliconias poseen características extraordinarias que les permiten prosperar en una variedad de entornos tropicales, pues están equipadas con rizomas subterráneos, lo que les da en cierta forma capacidad para desplazarse, adaptándose a su entorno. Además, se distinguen por su habilidad para producir múltiples brotes simultáneamente y por su rápido crecimiento.
Por otro lado, sus hojas pueden alcanzar impresionantes dimensiones de hasta 76 centímetros de largo por 23 centímetros de ancho, con pecíolos (ramas pequeñas) que llegan a medir 28 centímetros. Además, presenta brácteas, las cuales son hojas modificadas que protegen la floración, que varían de un vibrante color naranja con bordes verdes, hasta rojos y amarillos puros.
Gracias a su versatilidad, las heliconias pueden adaptarse a una amplia variedad de entornos, siempre que cuenten con el calor y la humedad necesarios para un crecimiento vigoroso. Sin embargo, a decir verdad, es en las tierras bajas donde realmente alcanzan su máximo esplendor, mostrando un crecimiento especialmente exuberante, pues en estos entornos, colonizan con fuerza las orillas de los ríos, los márgenes de los caminos y los claros del bosque lluvioso.
Ordóñez destaca también que estas plantas son fundamentales para los ecosistemas, pues han desarrollado una relación simbiótica con su entorno, ya que ofrecen recompensas a sus polinizadores, principalmente colibríes, y producen frutos atractivos para las aves, facilitando así su propia dispersión. Además, desempeñan un papel crucial como microhábitats, albergando en sus coloridas brácteas una variedad de insectos y otros invertebrados que encuentran en ellas un entorno ideal para vivir, alimentarse y reproducirse.
“Estas plantas no solo apoyan la fauna, sino que también actúan como guardianas naturales del agua y enriquecen el suelo, pues sus robustas estructuras y extensos sistemas radiculares contribuyen a la retención de humedad y mejoran la calidad del terreno, beneficiando al ecosistema circundante”, puntualiza el experto.
Entre sus variedades populares puede encontrar:
- Heliconia wagneriana: Esta planta puede crecer entre 1,5 y 2,5 metros de altura. Sus flores sobresalen hasta 50 cm, con pétalos en tonos rojos, amarillo pálido o verde claro con bordes rosados y verdes. Se encuentra en varias regiones de Colombia, como la región Pacífica, Caribe y el Valle del Magdalena.
- Heliconia latispatha: Esta heliconia crece entre 2 y 4 metros de altura. Sus hojas son largas y sus flores, que pueden ser amarillas o naranjas con toques de rojo, se agrupan en espiral. Es una de las plantas más comunes en las zonas tropicales y de montaña baja en Colombia.
- Heliconia rostrata: Esta planta alcanza entre 1,5 y 2 metros de altura y es conocida por sus flores colgantes, que miden hasta 50 cm y combinan colores rojo, naranja y puntas amarillas. Es originaria de regiones tropicales de Colombia, como Caquetá, Meta y Putumayo.
- Heliconia vellerigera: Esta planta puede llegar a medir entre 2,5 y 4 metros de altura. Sus flores, que cuelgan hasta 70 cm, son rosadas y están cubiertas de un suave vello blanco. Es originaria de la región de Putumayo en Colombia.
¿Cómo cuidar de estas plantas?
Como está adaptada a Colombia, es perfecta para principiantes si sigue las indicaciones adecuadas, pues su floración puede tener deficiencias si no recibe buena luz o nutrientes. Según Ordóñez, los siguientes cuidados que debe hacer son:
Luz:
- Requiere luz filtrada, pues sus hojas pueden quemarse si se pone de manera directa en el patio. En interiores, ubíquela cerca de una ventana con mucha luz natural.
- Si la luz natural es insuficiente, compleméntela con luz artificial y gire las maceta cada dos días para que todas las partes de ella reciban luz solar.
- Tolera un rango de temperatura entre 5°C y 45°C, pero es sensible a extremos de frío y calor. Por ello, proteja la planta de temperaturas bajas con cubiertas o llevándola al interior. En climas cálidos, proporciona sombra y riega con más frecuencia.
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Riego:
- Necesita riego constante sin encharcamientos, por ello riegue profundamente cuando la capa superior del suelo esté seca al tacto. Puede hacerlo aproximadamente dos veces por semana
- La Heliconia necesita un ambiente húmedo, con un nivel de humedad ideal entre el 60% y el 80%. Mantener la humedad adecuada es clave para su éxito, especialmente si se cultiva en interiores.
Suelo:
- Use un sustrato rico en materia orgánica y bien aireado. Una mezcla ideal incluye partes iguales de tierra, turba, corteza de pino y perlita gruesa o arena.
Poda:
- Realice la poda entre principios de primavera y finales del invierno.
- Elimine tallos muertos o dañados para fomentar un crecimiento saludable y prevenir enfermedades. También recorte los tallos más viejos para estimular nuevas flores.
Plagas y enfermedades
Insectos de escama:
- Si observa que las hojas de su Heliconia están amarilleando y la planta presenta un crecimiento atrofiado, esto podría deberse a la presencia de insectos de escama. Para controlar estos insectos, retire manualmente los escamas y aplique aceite de neem o insecticidas naturales como el jabón potásico.
- Además, para prevenir y controlar problemas de plagas en general, como coccinélidos y lepídopteros (orugas), se recomienda el uso de hongos entomopatógenos y seguir buenas prácticas de desinfección en los procesos de cultivo.
Pudrición de la hoja (hongos y bacterias):
- Las manchas podridas en las hojas pueden ser un signo de hongos o bacterias. El tratamiento consiste en eliminar las hojas infectadas utilizando herramientas esterilizadas y aplicar un bactericida a base de cobre.
- En casos graves, puede ser necesario retirar y desechar la planta afectada para evitar la propagación de la enfermedad a otras plantas. Según Ordóñez, la prevención también es clave, por ello utilice hongos entomopatógenos y mantenga prácticas de desinfección rigurosas para controlar hongos y bacterias.
Escarabajos de las hojas:
- Los pequeños agujeros en las hojas pueden ser causados por escarabajos de las hojas. Para controlar esta plaga, retire manualmente los escarabajos y sus huevos, sumergiéndolos en un recipiente con agua y jabón. Aplique medidas de control integrado y mantenga prácticas de cultivo saludables para prevenir futuras infestaciones.
Estrés en Heliconia:
- Según el experto, si su planta presenta signos de estrés, como hojas amarillentas, marchitas o secas, esto puede deberse a deshidratación, exposición excesiva al sol o deficiencia de nutrientes. Para ayudar a la planta a recuperarse, ajuste el riego para mantener el suelo adecuadamente húmedo, garantice las condiciones mínimas de cultivo y aplique un programa de fertilización adecuado a la etapa del crecimiento de la planta.
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