La planta de anamú (Petiveria alliacea) suele darse de forma silvestre en varios lugares de Latinoamérica, en donde ha sido usada en medicina tradicional e indígena durante años.
Esta especie se encuentra como maleza en climas cálidos y con mucha humedad. La planta es nativa, especialmente, de la selva amazónica, según reseña el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
Características de la planta de anamú
La planta de anamú puede llegar a crecer hasta un metro de altura. Su origen amazónico da varias pistas para su cuidado: requiere de una humedad constante, así como un lugar sombreado para desarrollarse de forma óptima.
En el bosque se encuentra en zonas ribereñas y bajo la sombra de árboles y plantas mucho más grandes, por lo que requiere de mucho cuidado con la luz que recibe, que debe ser filtrada en vez de directa.
Aunque es nativa del Amazonas, su cultivo se ha reportado en municipios como Cachipay y Viotá, en Cundinamarca. Vale aclarar que, a pesar de sus usos medicinales, no es una planta muy común.
Propiedades de la planta de anamú
Aunque crece de forma silvestre, el anamú ha sido reconocido en el tratamiento de males menores como gripas o para lidiar con inflamaciones y algunas infecciones bacterianas, según se lee en el “Vademécum colombiano de plantas medicinales”, libro publicado por el entonces Ministerio de la Protección Social.
Como con todas las plantas que se utilizan con fines medicinales (especialmente en medicina tradicional), su uso no reemplaza un tratamiento formulado por un profesional de la salud, como tampoco se vuelve un sustituto para consultar con un especialista. Esto hay que dejarlo claro.
También ha sido estudiada por los efectos que algunos de sus componentes parecen tener sobre células tumorales. En los análisis, llevados a cabo en la U. Javeriana se han estudiado las interacciones de la planta de anamú con células tumorales de cáncer de seno y de leucemia.
Para las preparaciones del anamú se aprovecha toda la planta, de acuerdo con el ICA y sus usos incluyen infusiones a partir de la pulverización de esta variedad, así como enjuagues con extractos de las hojas, según detalla el “Vademécum colombiano de plantas medicinales”.
Es importante anotar que no se recomienda su uso en mujeres en estado de embarazo lactantes.
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