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Un partido de béisbol. Jugaban los Philadelphia Phillies y los Pittsburgh Pirates, en Filadelfia. Mientras que los espectadores veían con atención el movimiento de la pelota, un hombre estaba en la entrada dialogando con los guardias de seguridad para que lo dejaran ingresar. El motivo por el que se perdió la victoria de los locales: el cocodrilo que iba con él, amarrado a una cuerda, como si se tratara de un perro.
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Lo anterior, teniendo en cuenta que el animal y su cuidador fueron invitados a conocer a los jugadores y socios, pero debido a que llegaron tarde no pudieron tener el encuentro, por ende, les tocó entrar como cualquier otro fanático del deporte, según CNN Sports. Ante la negativa, el hombre fue comprensivo con las indicaciones del lugar y comentó: “Ellos tienen sus reglas y nosotros debemos seguirlas. No puedo ir allí y establecer mis reglas”.
“Se admiten perros de servicio certificados o perros de servicio en entrenamiento para huéspedes con necesidades especiales. Todos los demás animales están prohibidos”, indica el Citizens Bank Park en sus políticas.
Joie Henney recibió a Wally, el reptil, porque desde hace tres décadas trabaja como salvador de cocodrilos y caimanes. Quien lo acompaña ahora llegó como resultado de una misión en Florida que se hizo hace siete años. Desde entonces, su cercanía y el amor que sienten el uno por el otro han sido notorios, ya que Henney exhibe a su animal en redes sociales en las que comparte videos y fotos.
Asimismo, ha participado en pódcast, en exposiciones y llegó a cuartos de final del concurso que premia a la mascota favorita de Estados Unidos. Sin embargo, los reconocimientos no fueron suficientes para ingresar con su cocodrilo al Citizens Bank Park –lugar en el que se desarrolló el partido.
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El reptil es considerado como su apoyo emocional desde el 2018, pues lo ha ayudado a lidiar contra la depresión y el cáncer. Hace casi cuatro años, el fanático del béisbol registró a Wally como un pilar de bienestar en su vida y lo describe como un cocodrilo que se rehúsa a morder a alguien, según CNN.
Por ello, decidió llevar a su fiel amigo al partido de su equipo favorito, le amarró una correa roja al chaleco de apoyo emocional y se puso una camiseta con la foto del reptil, que llevaba estampada la inscripción “El globalmente famoso WALLY, cocodrilo de apoyo emocional”.
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“Wally es diferente a cualquier otro cocodrilo que haya conocido en los últimos 30 años. No muestra rabia ni agresión de ningún tipo, y nunca hemos entendido por qué. Es adorable, duerme conmigo y se roba mis almohadas y mis cobijas (...) Le encanta dar abrazos”, dijo el dueño en una entrevista con CNN.
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