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En medio de un panorama que revela un preocupante aumento en los casos de tráfico y maltrato animal en Medellín y su área metropolitana, la Personería Distrital ha puesto en marcha una nueva estrategia para proteger a los seres sintientes. Desde esta semana comenzó a operar el Observatorio de seres sintientes para la protección y bienestar animal, una herramienta que buscará articular acciones de seguimiento, análisis y visibilización en torno a los derechos de los animales en el distrito.
La iniciativa, respaldada por un equipo técnico y humano altamente calificado, que incluye médicos veterinarios, zootecnistas y abogados, nace como una respuesta ética y jurídica ante una realidad alarmante: solo entre 2024 y 2025 ya han sido rescatados más de 17.000 animales silvestres en el Valle de Aburrá. De mantenerse esta tendencia, la proyección para el cuatrienio 2024–2027 podría superar los 40.000 casos.
El observatorio, según informó la entidad, no solo realizará monitoreo y documentación, sino que también analizará el cumplimiento de las políticas públicas vigentes, promoverá la participación ciudadana y fomentará el respeto por la vida animal. Además, tendrá un alcance territorial de impacto nacional, lo que podría convertirlo en un referente para otras ciudades del país.
La Ley 1774 de 2016 reconoce a los animales como seres sintientes que deben ser protegidos del sufrimiento, la crueldad y el abandono. Sin embargo, pese a las sanciones existentes, que van desde multas de hasta 5.000 salarios mínimos hasta penas de prisión de 2 a 8 años, el maltrato sigue siendo una constante. La impunidad, sumada al tráfico ilegal y a la exposición irresponsable de fauna silvestre en redes sociales, agrava aún más la situación.
Según Andrés Gómez Higuita, coordinador de la Red de Tratamiento de Fauna Silvestre del Área Metropolitana, los reportes más frecuentes son los de zarigüeyas heridas o atrapadas, seguidos por tortugas como la morrocoy, hicotea y brasilera, especies no originarias del Aburrá, pero que llegan debido al tráfico ilegal. Tórtolas y ardillas también encabezan la lista de animales rescatados por los equipos ubicados estratégicamente en el norte, centro y sur del Valle.
El contexto geográfico de Medellín, situada en medio de un valle que funciona como corredor natural para la fauna, convierte a la ciudad en un punto clave para la atención y protección de estos animales. A pesar de que la ciudad ha sido pionera en políticas públicas en esta materia, las autoridades insisten en que no basta con rescatar: se requiere fortalecer los procesos judiciales contra quienes atentan contra la vida animal.
“Con la puesta en funcionamiento del Observatorio de Seres Sintientes, la Personería Distrital de Medellín ratifica su compromiso tanto ético como jurídico en la protección de los animales”, afirmó la entidad en un comunicado oficial.
El Observatorio también se convierte en una oportunidad para fomentar la educación ciudadana, impulsar la cultura del respeto hacia los animales y visibilizar el impacto que tiene la indiferencia frente a su sufrimiento. En tiempos donde la crueldad se viraliza en redes sociales, contar con un espacio que promueva el cuidado y la denuncia se vuelve más urgente que nunca.
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