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Los gatos son animales de compañía inteligentes, juguetones y amorosos, capaces de acompañar a sus cuidadores durante mucho tiempo, incluso más que los perros. De hecho, no es raro que un minino bien cuidado supere los 15 años, e incluso llegue a vivir más de 20. Sin embargo, identificar el momento exacto en que un felino comienza a envejecer no siempre es tan evidente como en otras especies.
Según el portal especializado en salud animal AniCura, un gato se considera “maduro” a partir de los 7 años, entra en la categoría “senior” entre los 11 y 14 años, y se considera “anciano” desde los 15 años en adelante. Esta clasificación equivale a una edad humana de entre 60 y 116 años. A partir de ese momento, el felino entra en una etapa donde su cuerpo comienza a cambiar de manera más evidente y requiere cuidados especiales.
El envejecimiento de los gatos no ocurre de un día para otro. Es un proceso gradual que suele pasar desapercibido si no se está atento a ciertos signos.
Estas son las principales etapas, de acuerdo con expertos de AniCura:
- De los 7 a los 10 años: el gato entra en la fase de madurez. Aunque puede parecer joven y activo, su organismo empieza a enfrentar un mayor riesgo de padecer enfermedades como obesidad, hipertensión, problemas renales o diabetes. A esta edad, muchos gatos aún se comportan de forma juguetona, lo que puede dar una sensación de juventud.
- De los 11 a los 14 años: el gato ya es considerado un “senior”. En esta etapa, pueden aparecer señales más claras del paso del tiempo: disminución de la actividad física, cambios en el apetito, problemas dentales, pérdida de peso o enfermedades degenerativas como la artritis. También es frecuente que se vuelvan más dependientes de sus rutinas y necesiten más descanso.
- A partir de los 15 años: se considera que el gato es “anciano”. Aquí es cuando los controles veterinarios deben intensificarse, ya que se incrementa la probabilidad de padecer enfermedades crónicas como insuficiencia renal, cáncer o problemas neurológicos. Sin embargo, con un seguimiento adecuado, muchos gatos pueden seguir teniendo una buena calidad de vida.
¿Cómo saber si un gato está envejeciendo?
Aunque la edad puede dar una pista, no siempre coincide con el estado físico real del gato. Algunos signos comunes del envejecimiento incluyen dormir más de lo habitual, dedicar menos tiempo a la actividad física o al juego, presentar dificultad para saltar o moverse y comer menos de lo habitual.
Estos cambios no siempre son drásticos ni inmediatos, por lo que es importante observar con atención y consultar al veterinario ante cualquier duda.
Es importante tener en cuenta que a medida que un gato envejece, sus necesidades cambian. Una dieta adaptada a su etapa de vida, visitas veterinarias más frecuentes, ejercicios suaves y un entorno tranquilo y cómodo son esenciales para que la mascota se mantenga saludable y feliz.
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