
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Mango tenía apenas dos meses cuando fue rescatado junto a su mamá y sus cinco hermanitos en la zona franca de Santa Marta. Fue en marzo de 2024 cuando la fundación Doggy in Home se convirtió en su primera oportunidad de tener un futuro distinto.
Hoy, varios meses después, Mango sigue esperando un nuevo hogar. La mayoría de sus hermanos fallecieron. Solo él y otro más lograron sobrevivir, y ese hermanito ya fue adoptado. A Mango también lo intentaron llevar a casa, pero lo devolvieron después de una semana porque no se dejaba tocar, se escondía, y se mostraba temeroso. Para sus adoptantes ese era un problema, pero simplemente, Mango necesitaba más tiempo para adaptarse y confiar.
Su mamá, Penélope, es una perrita feral que aún no permite caricias. Su vida entera ha estado marcada por el abandono y el miedo, y eso lo heredó Mango. Él no aprendió a confiar de inmediato, pero cuando lo hace, se transforma: es un perrito amoroso, dulce, que solo necesita tiempo.
Muchas veces se piensa que adoptar es llevarse al animal perfecto, que sabrá de inmediato portarse bien, dar cariño y jugar. Pero no siempre es así. En los refugios hay perros como Mango, que solo necesitan una cosa: paciencia.
Si usted cree que puede ser esa persona para Mango, puede comunicarse con la fundación Doggy in Home a través de sus redes sociales o escribiendo al número 319 3290755.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱
