
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Coco es un perro cuya historia refleja la dura realidad de muchos animales: las adopciones irresponsables y las devoluciones por razones injustificadas. Su historia, marcada por el abandono y la indiferencia, refleja cómo las decisiones apresuradas pueden romper el corazón de quienes menos lo merecen.
Este canino ha sido abandonado tres veces por tres familias distintas. La primera vez ocurrió cuando tenía apenas seis meses. Su familia lo llevó a la Fundación San Roque Lucila Carmona, ubicada en Subachoque, Cundinamarca, alegando que se mudarían y no podían llevárselo consigo.
La organización sin ánimo de lucro lo recibió con los brazos abiertos. Le ofrecieron protección, alimento, cuidados médicos y, sobre todo, cariño. Gracias a su ternura y a que aún era un cachorro, no tardaron en encontrarle una familia adoptiva. Sin embargo, la ilusión duró menos de 24 horas: al día siguiente fue devuelto. ¿La razón? El gato de la casa “no lo aceptó”. No le dieron ni el tiempo ni el espacio para adaptarse.
El tercer abandono llegó años después. La fundación creyó haber encontrado al fin la familia adecuada para Coco. Sin embargo, los adoptantes mintieron sobre sus condiciones de vivienda. Apenas dos semanas después, reportaron que el perro se había perdido. Tras una intensa búsqueda, Coco fue hallado solo y desorientado en un hotel, una muestra más del abandono disfrazado de excusa.
**
Hoy, Coco tiene cinco años. Es un perro de tamaño mediano, vacunado, castrado y con un corazón enorme, aún dispuesto a confiar y dar amor. A pesar de todo lo vivido, cada vez que alguien se le acerca, mueve la cola con la misma ilusión del primer día.
La fundación no se rinde con él. Aún esperan que alguien lo vea más allá de su edad y su historia. Que alguien entienda que un perro adulto también merece conocer lo que es un hogar, un amor constante y una familia de verdad.
“Un perro adulto no es menos digno de amor solo porque ha vivido más”, recuerdan desde la fundación. “Cada arruga en su rostro cuenta una historia de abandono, pero también de esperanza. Adoptar un adulto es un acto de amor sin condiciones, y Coco aún tiene tanto por dar”.
Después de años de falsas promesas, Coco sigue esperando porque su historia merece un final feliz y porque aún hay tiempo de cambiarle la vida.
Las personas que estén interesadas en adoptarlo pueden escribir al WhatsApp 3148470483 o 3222837510.
*Este artículo es informativo y se basa en datos proporcionados por las fuentes. El medio de comunicación no participa en procesos de adopción ni se responsabiliza por acuerdos entre particulares.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱
