
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Cora, una husky siberiana de apenas un año de edad, ha sido devuelta tras una adopción fallida que, más allá de la frustración del refugio, deja al descubierto un problema constante en el mundo del rescate animal: personas que adoptan dejándose llevar por la apariencia de un animal, sin tener el compromiso ni la preparación necesaria para asumir su cuidado.
La noticia fue dada a conocer por la cuenta de rescate Nórdicos en Adopción, quienes expresaron con evidente impotencia: “¡Nos devuelven a Cora! No podemos más con la gente irresponsable que se encapricha de un animal por su físico”. La organización denuncia que, en este caso, la familia adoptante mintió en el proceso para conseguirla, aparentando tener el tiempo y las condiciones necesarias, cuando en realidad no era así.
Cora es una perra joven, noble, extremadamente cariñosa y con un gran potencial para ser una compañera excepcional. A pesar de haber pasado todo el día encerrada en un apartamento, su comportamiento ha sido ejemplar: obediente, afectuosa y dócil. Sin embargo, al no tener la estimulación física y mental que requiere una raza como el husky, la situación se volvió insostenible para quienes no estaban preparados para ella.
Desde la organización explican que Cora necesita una familia activa, que comprenda lo que implica tener un perro de esta raza: ejercicio diario, espacio, y, sobre todo, presencia y dedicación. “Pedimos una familia con tiempo, donde haya estabilidad y donde se la quiera de verdad”, indicaron. Además, subrayan que, aunque es sociable con otros perros, lo ideal es que no conviva con animales dominantes, ya que ha socializado poco y aún tiene miedos que debe superar con una guía firme y afectuosa.
Cora no ha sido testada con gatos, pero al ser tan joven y tener un temperamento flexible, no se descarta que pueda adaptarse si se hace con una correcta introducción. La asociación destaca también que se entrega con protocolo de adopción completo: microchip, vacunada, esterilizada y con seguimiento.
El caso de Cora no es aislado. Muchos perros, especialmente de razas como el husky siberiano, terminan siendo adoptados por personas atraídas por su belleza, sin informarse previamente sobre sus necesidades reales. Estos animales no solo requieren ejercicio constante, sino también atención emocional, límites y socialización. No son perros “decorativos”, sino compañeros que exigen compromiso.
Por eso, desde Nórdicos en Adopción se hace un llamado urgente a la responsabilidad: “Necesitamos personas conocedoras de la raza, no improvisados. Alguien que pueda enseñarle todo lo que nadie hasta ahora le ha enseñado. Ella lo merece”.
Esta historia, como la de muchos otros perros devueltos, recuerda que adoptar no es una moda ni una decisión impulsiva. Es, ante todo, una responsabilidad que implica transformar una vida, y en ese proceso, también transformar la propia. Cora sigue esperando, esta vez, por una familia que vea más allá de su hermoso pelaje y entienda todo el amor que tiene para dar.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱
