Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En los últimos años, la identificación de animales de compañía se ha convertido en una prioridad para muchos países que buscan garantizar su bienestar y seguridad, incluidos Colombia. En casos de pérdida, abandono o emergencias veterinarias, contar con información precisa sobre el animal y su cuidador puede marcar la diferencia.
Por eso, el uso de microchips se ha vuelto cada vez más común en perros y gatos. En varias partes del país se ha trabajado en estrategias para la implantación gratuita de estos dispositivos como parte de sus políticas de protección animal.
El microchip es un pequeño dispositivo electrónico, del tamaño de un grano de arroz, que se implanta bajo la piel del animal. Una vez colocado, permite almacenar información valiosa como datos del cuidador, historial médico, vacunas, esterilización y contactos de referencia.
A diferencia de un GPS, el microchip no rastrea al animal en tiempo real, pero sí facilita su identificación si llega a extraviarse. Cuando es escaneado con un lector especial, emite un número único que está vinculado a la base de datos del sistema de identificación animal.
Entre los principales beneficios del microchip están su durabilidad y seguridad. El chip permanece en el cuerpo del animal durante toda su vida, no puede ser manipulado ni alterado, y no genera molestias ni reacciones adversas, ya que está hecho de materiales biocompatibles. Además, su implantación es sencilla, rápida y comparable a la aplicación de una vacuna.
De acuerdo con información de la Alcaldía de Medellín, los perros pueden recibir el microchip a partir de los dos meses de edad, siempre y cuando estén en buenas condiciones de salud y no presenten patologías clínicas activas. Esta edad mínima permite realizar el procedimiento de forma segura, ya que el organismo del animal está lo suficientemente desarrollado para soportar la implantación sin complicaciones.
El microchip es una herramienta fundamental en la tenencia responsable de animales de compañía. Además de facilitar su identificación en caso de extravío, mejora el acceso a servicios veterinarios, fortalece las campañas de vacunación y ayuda a prevenir el abandono.
Implantar el chip desde temprana edad —como lo recomienda la Alcaldía de Medellín— es una forma sencilla, eficaz y segura de cuidar a nuestros compañeros peludos y garantizarles una vida más protegida. La identificación responsable es un paso clave hacia una ciudad más amigable con los animales.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱