
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Encontrar el hogar perfecto para un perro rescatado no siempre es fácil. Es necesario conocer bien a la familia adoptante, asegurarse de que tengan el amor, los recursos, el tiempo y la disposición para cuidar al animal como merece. Cuando finalmente aparece esa “familia ideal”, todo es alegría y se espera que sea su hogar para siempre. Pero, lamentablemente, no siempre sucede así.
En Chile, Pepa fue adoptada siendo apenas una cachorra. Pero, al poco tiempo de estar con su familia y cuando la perrita creció, fue devuelta al refugio alegando “falta de espacio”. La noticia fue devastadora para el personal que conocía a Pepa y sabía lo tierna y cariñosa que es. “Ella necesita saber que aún hay esperanzas y que puede encontrar a alguien que la ame por siempre”, comentaron desde el refugio.
A pesar del golpe, las esperanzas no se desvanecieron. El equipo inició nuevamente la búsqueda de un hogar definitivo para Pepa. “Esta dulce y sonriente perrita es una de las más cariñosas que tenemos, tiene tanto amor por dar (...) solo podemos pensar que pide a gritos una casa”, escribieron en redes sociales. Poco tiempo después, apareció un nuevo adoptante.
Esta persona conocía el pasado de Pepa y sabía que ya había sido devuelta una vez. Sin embargo, eso no bastó para asegurarle un hogar permanente. Tal como ocurrió la primera vez, Pepa fue devuelta al refugio después de haber probado nuevamente el calor de un hogar.
El equipo del refugio quedó devastado. “Se nos parte el alma tener que recibirla otra vez, después de que volvió a conocer lo que era tener una familia, la regresan. No sabemos qué consecuencias tendrá esto para nuestra amada Pepa, que ya se había acostumbrado a una vida mejor y ahora se la arrebatan de un día para otro”, escribieron en Facebook.
El refugio asegura que realiza filtros, entrevistas y capacitaciones antes de entregar a un perro en adopción, precisamente para evitar casos como el de Pepa. A pesar de todo, no pierden la esperanza y siguen buscando un hogar definitivo para ella.
“Queremos algo mejor para Pepa. Una familia que la ame de verdad y que no invente excusas para devolverla después”, dicen. Pepa tiene entre 4 y 5 años, está esterilizada, es extremadamente cariñosa e incapaz de hacerle daño a nadie. Es de tamaño mediano, pero puede adaptarse a vivir en un apartamento, siempre y cuando tenga sus paseos y tiempo de juego diario, y sabe convivir bien con otras mascotas.
El refugio espera que esta vez sea la definitiva y que Pepa por fin encuentre el hogar que tanto merece.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱
