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Una familia de Bogotá denunció públicamente un caso de presunta negligencia y maltrato extremo ocurrido en una veterinaria, ubicada en la localidad de Bosa, que habría dejado en estado crítico a su perro, Bruno, un Golden Retriever. El hecho, según relatan, sucedió el pasado 15 de julio de 2025, cuando el animal fue llevado al establecimiento únicamente para un baño de rutina.
De acuerdo con la denuncia, Bruno fue entregado a sus dueños hacia las 6:00 p.m. de ese mismo día, fuera del local y en condiciones alarmantes. El perro presentaba dificultades para respirar, así como marcas evidentes en la cadera y el cuello, lo que sugiere, según la familia, que fue inmovilizado de forma violenta.
Ante la gravedad de su estado, el animal fue trasladado de urgencia a una clínica veterinaria, donde fue ingresado a Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El diagnóstico clínico reveló exceso de agua en los pulmones y otras lesiones físicas de consideración que serían incompatibles con un procedimiento de baño convencional.
Al día siguiente, los familiares de Bruno regresaron a la veterinaria en busca de explicaciones. Según su relato, los propietarios del lugar restaron importancia a la situación, atribuyéndola al supuesto “peso del animal” y, aún más preocupante, habrían intentado ofrecer dinero como forma de compensación informal para “resolver” el caso.
Los intentos por acceder a las grabaciones de seguridad del establecimiento tampoco ofrecieron claridad. De acuerdo con la versión de la familia, los responsables del local aseguraron que las cámaras solo se activan con movimiento, lo que habría resultado en una visión parcial e incompleta de los hechos. Ante estos obstáculos, los afectados acudieron a las autoridades, pero denuncian que no recibieron ningún tipo de apoyo por parte de la Policía.
Un llamado a la justicia y a la acción
Mientras Bruno permanece en cuidados intensivos, su familia insiste en que se trata de un caso que no puede quedar impune. Solicitan la intervención urgente de las autoridades distritales y entidades de protección animal, no solo para que se investigue lo ocurrido, sino también para que se establezcan medidas que eviten que otros animales sufran situaciones similares en centros veterinarios.
“Queremos justicia para Bruno y garantías de que ningún otro animal sea tratado con semejante crueldad”, declaró uno de los familiares, quien pidió que la denuncia se conozca públicamente para alertar a otros ciudadanos.
Este caso se suma a otras denuncias recientes sobre prácticas negligentes en servicios para mascotas, lo que ha encendido las alarmas sobre la necesidad de regulación, supervisión y sanciones efectivas en establecimientos veterinarios. La familia de Bruno ya ha puesto el caso en conocimiento de organizaciones animalistas y evalúa emprender acciones legales.
Mientras tanto, la vida de Bruno pende de un hilo y su historia se convierte en un llamado urgente a reforzar la protección de los animales en Bogotá.
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