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En Dinamarca, una escena cotidiana en una granja se convirtió en un fenómeno viral cuando Saga, una rottweiler de tres años, conoció por primera vez al bebé de su mejor amiga: una yegua que acababa de dar a luz. El emotivo encuentro fue captado en video y compartido en Instagram por la entrenadora de caballos Linette Christensen, bajo el usuario @hestefornuft.dk. El clip ya ha superado los tres millones de reproducciones y acumula más de 337.000 “me gusta”.
En las imágenes se ve a Saga parada en dos patas, asomándose con curiosidad por la pequeña ventana de un establo. Al otro lado está la yegua, que parece saludar a la perra con un gesto tranquilo, como reconociendo a una vieja amiga que viene a conocer al nuevo integrante de la familia.
Sobre el video aparece la frase: “POV: tu mejor amiga acaba de tener un bebé”, mientras que el texto que acompaña la publicación revela que “Saga está obsesionada con los bebés”.
Linette Christensen, dueña de Saga y entrenadora profesional de caballos, contó a Newsweek que la rottweiler tiene un vínculo especial con los potros. El que aparece en el video es Calle, un potrillo de apenas unos días de nacido. “Saga está loca con ellos”, explicó. “Le encanta cuando caminan o corren, y siempre quiere reunirlos como si fuera una pastora. Pero también le fascina darles besos por todo el cuerpo”.
La escena sorprendió y conmovió a miles de personas, pero para Christensen no es algo inusual. Según explicó, Saga ha convivido con caballos desde pequeña y tiene una conexión natural con ellos. Además, las reacciones de ternura hacia los animales jóvenes son comunes en perros que han sido bien socializados.
Aunque pueda parecer extraña, la amistad entre perros y caballos es más usual de lo que se cree. A pesar de pertenecer a especies diferentes, ambos animales son muy sensibles al lenguaje corporal y las emociones. Estudios han demostrado que los perros son capaces de percibir sentimientos humanos, y esa capacidad podría extenderse también hacia otros animales con los que conviven, como los caballos.
Presentar un perro a un caballo por primera vez, sin embargo, requiere cuidado y paciencia. Expertos en comportamiento animal recomiendan iniciar con entrenamiento con correa, establecer límites claros y premiar los comportamientos tranquilos. También sugieren que el humano actúe con naturalidad y no le dé demasiada atención al caballo, para que el perro tampoco lo vea como algo extraordinario. El objetivo es fomentar la convivencia pacífica y reducir la ansiedad o la sobreexcitación.
En el caso de Saga, esa etapa de adaptación ya quedó atrás. Hoy, según cuenta Christensen, es una compañera inseparable de los caballos y una observadora entusiasta cada vez que nace un nuevo potrillo.
El éxito del video en redes sociales no solo se debe a lo adorable del momento, sino también a lo que representa: una amistad inesperada que cruza especies y conmueve por su sencillez. “Saga es un amor total”, resume Linette. Y eso se nota en cada gesto.
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