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Cuando Hania y Bartosz, una pareja de Polonia, adoptaron a Winnie, no sabían exactamente qué esperar. Como sucede con muchos perros rescatados, había incertidumbre sobre cómo reaccionaría al llegar a su nuevo hogar. ¿Sería tímido o nervioso, como suele ocurrir con algunos animales rescatados? ¿O se adaptaría rápidamente a su nueva familia y entorno?
Lo que ocurrió al llegar a la casa de sus adoptantes los sorprendió. Apenas cruzó la puerta del apartamento, Winnie comenzó a explorar con calma su nuevo hogar, como si estuviera familiarizándose con su nuevo espacio. Sin embargo, lo más conmovedor fue cuando, después de recorrer el apartamento, se subió al sofá, se estiró como si estuviera completamente a gusto y, para sorpresa de todos, se quedó profundamente dormido en cuestión de segundos.
Esa misma noche, en lugar de dormir en la cama que le habían preparado, el perro decidió subirse a la cama de Hania y Bartosz, donde se acurrucó con ellos y pasó la noche a su lado. Fue un gesto lleno de confianza que dejó claro que, en ese mismo momento, Winnie sintió que había encontrado su lugar seguro.
Hoy, casi dos meses después, sus dueños cuentan en una publicación de Facebook que Winnie sigue adaptándose con el mismo cariño y alegría que mostró desde el primer día. Aunque todavía se pone un poco nervioso al encontrarse con otros perros, Hania y Bartosz continúan ayudándolo a sentirse más cómodo en esas situaciones, mientras tanto, Winnie disfruta de paseos, nuevos juguetes y muchos premios.
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