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La razón por la que una mujer adoptó al perro más viejo del refugio: “era para mí”

Los días de Jackie, una perrita de 12 años, parecían estar contados. Pero cuando su adoptante la encontró entre las rejas, su vida dio un giro inesperado.

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La Red Zoocial
07 de marzo de 2025 - 05:47 p. m.
Adoptar un can sénior trae múltiples ventajas: son tranquilos, educados y ya tienen una personadad definida.
Adoptar un can sénior trae múltiples ventajas: son tranquilos, educados y ya tienen una personadad definida.
Foto: TikTok: @kristentbrown
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Los perros mayores suelen ser los más ignorados en los refugios. Muchas personas temen adoptarlos por la posibilidad de perderlos pronto o por los cuidados que puedan necesitar. Sin embargo, para Kristen Brown, la edad no era un impedimento, por el contrario, cuando decidió adoptar, pidió conocer al perro más viejo del refugio.

Kristen, de 27 años, había enfrentado dos pérdidas devastadoras en un corto periodo de tiempo. En noviembre del año pasado, su cachorra Luna falleció tras una dura batalla contra un tumor cerebral. Mientras aún procesaba su duelo, el 10 de enero recibió una llamada que cambió todo: su padre se había quitado la vida.

Ante todo ese dolor, Kristen sintió que debía hacer algo significativo. “En medio del dolor y en uno de los momentos más difíciles de mi vida, sentí que era el momento adecuado para ir al refugio y derramar mi amor en un nuevo bebé para ayudarnos a sanar, y lo hice”, contó a Newsweek.

El día de la decisión:

En el refugio, conoció a Jackie Lynn, una perrita de 12 años que había sido abandonada tras la muerte de sus dueños. Su familia no quiso hacerse cargo de ella y terminó en el refugio, donde pasó tres meses sin que nadie la adoptara. Sus días parecían estar contados: en dos semanas sería sacrificada.

Pero Kristen llegó justo a tiempo y la conexión fue inmediata. “Jackie Lynn fue traída a mí por mis dos ángeles, Luna y mi padre”, afirmó.

La perrita no llegaba en las mejores condiciones. Tenía un bulto en la pierna, bronquitis y una grave infección de oído que había quedado sin tratamiento durante más de un año, lo que provocó el cierre total de su canal auditivo. A pesar de ello, Kristen nunca dudó en adoptarla. “Sabía todas esas cosas y aún así la tomé, porque ella lo merecía y no iba a permitir que eso impidiera que yo la adoptara”, aseguró.

Con cuidados y amor, Jackie Lynn comenzó a recuperarse. Su infección de oído desapareció, el bulto resultó ser un depósito de grasa benigno y su bronquitis mejoró drásticamente gracias a un inhalador. Ahora, disfruta de su nueva vida, corre y juega con sus hermanos como si fuera una cachorra.

Para Kristen, adoptar a Jackie fue un acto de amor mutuo. “La gente dice que yo salvé a Jackie, pero ella nos salvó a nosotros. Nos dio luz, risas y amor”, expresó. Y su historia, espera inspirar a otros a darle una oportunidad a los perros mayores.

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