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Una tierna rutina diaria entre una mujer y su perro se ha convertido en un fenómeno viral, luego de que Becca Meik compartiera un video en TikTok que capturó el corazón de millones. La protagonista, sin saberlo, llevaba meses siendo revisada cada mañana por su fiel compañero perruno, Digi, mientras dormía.
Todo comenzó cuando el esposo de Becca, Riley, empezó a levantarse más temprano para dejar salir a los perros al patio trasero. Fue entonces cuando notó que Digi, un perro de aspecto mediano y mirada tierna, corría de vuelta al dormitorio cada mañana para asomarse a ver a su dueña en la cama. Si la puerta quedaba entreabierta, el perro la empujaba suavemente para entrar. Riley intentó detener esta rutina en un inicio, pensando que Digi podía despertarla, pero el perro insistía sin falta.
“Si Riley dejaba la puerta siquiera entreabierta, Digi la abría para revisarme. Así que terminó cerrándola por completo, pero aun así Digi lo intentaba todos los días”, contó Becca.
Como Becca no se despertaba, no tenía idea de lo que sucedía. Fue entonces cuando Riley empezó a grabar la escena cada mañana para mostrárselo. El video, compartido por Becca en su cuenta @becca_meik, muestra cómo Digi se acerca a la cama, apoya sus patitas delanteras, asoma su cabeza sobre el edredón y olfatea suavemente para confirmar que su dueña sigue ahí. Luego, satisfecho, vuelve a su cama y se recuesta tranquilo.
La publicación se volvió rápidamente viral. En el video, Becca escribió: “El amor verdadero es no despertarme, solo asegurarse de que sigo dormida en la cama”.
¿Por qué los perros hacen esto?
Este comportamiento, que parece sacado de una película, tiene una explicación. Los perros son animales extremadamente leales, con una sensibilidad especial hacia las rutinas de sus humanos. Según expertos en comportamiento animal, este tipo de vigilancia o chequeo es una muestra de apego seguro. El animal no busca atención ni comida; simplemente desea asegurarse de que su persona está bien.
Los perros también tienen una gran capacidad para formar vínculos afectivos profundos. Estudios han demostrado que los perros liberan oxitocina, la hormona del amor, al interactuar con sus dueños, lo que fortalece este tipo de comportamientos protectores.
En el caso de Digi, su rutina matutina refleja no solo amor, sino también una sorprendente conciencia de no perturbar el sueño de su humana. Muchos usuarios en redes destacaron esto: “El modo en que se acuesta después de revisarla, como si al fin pudiera relajarse”, escribió uno.
Digi no necesita palabras ni grandes gestos. Su forma de amar es silenciosa, cuidadosa y constante. Gracias a su esposo, Becca pudo ser testigo de este pequeño pero poderoso acto de cariño, que ahora ha sido compartido con el mundo.
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