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Una escapada romántica para planificar la boda tomó un giro inesperado para un usuario de Airbnb, conocido como Milky, cuando fue recibido por una pitbull llamada Xanthe en lugar de los típicos detalles de bienvenida. La presencia del animal no estaba mencionada en la descripción del alojamiento, lo que generó confusión y terminó convirtiéndose en una historia viral.
Milky y su pareja habían alquilado una propiedad a través de Airbnb con la intención de explorar lugares para su futura boda. Sin embargo, al llegar, fueron sorprendidos por la presencia de Xanthe, una perra que parecía estar muy cómoda en la casa. “¡Fue un poco impactante! Al principio pensé que habíamos entrado a la casa equivocada o que el perro había sido dejado atrás”, relató Milky al medio PEOPLE.
La historia ganó popularidad luego de que Milky compartiera un video en TikTok donde se le escucha preguntar: “¿De quién es este perro?”, mientras Xanthe lo recibe en la sala. El desconcierto lo llevó a contactar al anfitrión del alojamiento para aclarar la situación. En su mensaje preguntó si el animal era suyo o si se trataba de un perro abandonado.
La respuesta fue tan insólita como la situación. El anfitrión confirmó que Xanthe era su perra y se disculpó por no haberlo dejado claro en la publicación. “Ella es básicamente la guardiana del espacio, profundamente conectada con su energía. Pero no te preocupes, es muy tranquila y solo está aquí para vibrar”, respondió el propietario.
Con el paso del tiempo, Milky notó que la casa tenía señales claras de que Xanthe era mucho más que una mascota. Una habitación decorada exclusivamente para la perra, con un cartel que decía “el palacio de la pata”, dejaba en evidencia su protagonismo en el hogar.
Las instrucciones para el cuidado de Xanthe también llamaron la atención por su tono espiritual. La perra debía seguir una “dieta espiritualmente alineada”, beber solo agua filtrada para no alterar su equilibrio de chakras, y recibir diariamente un “baño de sonido” de dos horas con cánticos antiguos para perros. “Todo el ritual era una locura. Referirse a que Xanthe saliera al exterior como una ‘peregrinación espiritual’ fue otro nivel”, comentó Milky.
Aunque al principio no siguió al pie de la letra las peculiares indicaciones, finalmente accedió a respetar la rutina de Xanthe. “No quería perturbar su flujo o su dieta. Aunque por momentos sentí que era un cuidador de perros sin sueldo”, bromeó.
Pese a lo inusual de la situación, Milky asegura que la experiencia tuvo un giro positivo. “Aparte de tener que cuidar los chakras del perro, terminó siendo una sorpresa agradable. Era muy cariñosa, lamía mucho. A veces era un poco excesivo, pero la aceptamos. Incluso vino con nosotros a ver algunos lugares para la boda”, afirmó.
La experiencia, sin embargo, ha hecho que Milky sea más precavido a la hora de elegir alojamiento. Airbnb le otorgó un crédito por las molestias, pero él señala que en el futuro preferirá quedarse en hoteles. También comentó que intentó encontrar nuevamente el anuncio de la propiedad para compartirlo con amigos, pero ya no está disponible en la plataforma.
“Si lo hubiera sabido, no creo que hubiera reservado el lugar”, concluyó. “Fue lindo al final, pero definitivamente sumó un estrés extra a lo que se suponía debía ser un fin de semana romántico”.
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