Perrita pitbull iba a ser sacrificada por ser “agresiva”, pero un niño cambió su destino

Maya está a salvo en un hogar de paso, pero aún busca una familia que la adopte para siempre.

Foto: TikTok: @jasperslegacyrescue

El mediodía del 16 de mayo estaba marcado como el momento final para Maya, una perrita rescatada que había sido incluida en la lista para ser sacrificada por “mal comportamiento”. Sin embargo, un encuentro inesperado cambió su destino para siempre.

Maya, una pitbull, fue hallada vagando por las calles por el personal de un refugio gubernamental en Carolina del Sur, Estados Unidos. Al confirmarse que era una perrita callejera, intentaron llevarla al albergue, pero ella se mostró asustada, trató de huir y, finalmente, tuvieron que sedarla para poder trasladarla.

Una vez en el refugio, su situación empeoró. Maya estaba temerosa, reacia al contacto humano y llegó a mostrarse agresiva: gruñía cada vez que alguien intentaba acercarse. Debido a esto, el personal le asignó un “estatus negativo” y fue incluida en la lista de eutanasias, una medida común en refugios gubernamentales cuando se enfrentan a la saturación de animales.

Con el paso de los días, Maya comenzó a cambiar. Aceptaba golosinas, permitía las caricias y mostraba señales de confianza. Sin embargo, esa evolución no fue suficiente para que su nombre saliera de la lista, y poco a poco el día de su sacrificio se acercaba.

Fue entonces cuando Stephanie Melton, presidenta del refugio independiente Jasper’s Legacy, conoció su historia. “Me enamoré de Maya solo con ver su foto. Sabía que necesitaba ayuda urgente, pero sin un hogar temporal, no podíamos hacer nada”, relató.

Stephanie contactó a Kayla, una amiga entrenadora de perros, segura de que ella podría ayudar. Y así fue. La mañana del 16 de mayo, pocas horas antes de que Maya fuera sacrificada, Melton llamó al refugio para confirmar su rescate: había conseguido una familia temporal para la perrita.

Maya fue llevada a casa de la entrenadora, y lo que ocurrió allí sorprendió a todos. La perrita mostró una transformación asombrosa, especialmente con los niños. Al ver al hijo de la familia, corrió emocionada a jugar con él. Ese gesto dejó en evidencia el verdadero carácter de Maya: una perrita amorosa, juguetona y noble, que solo necesitaba cariño y comprensión.

Aunque sigue bajo el cuidado de Kayla y su familia, Maya aún busca un hogar definitivo que le brinde paciencia, amor y una segunda oportunidad.

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