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Sora es una perrita mestiza de pelaje negro llena de energía y cariño, cuya historia de vida es un testimonio de la resiliencia y la esperanza, pero también de los desafíos emocionales que enfrentan muchos animales en refugios.
Su travesía comenzó hace dos años y medio, cuando fue entregada por su dueña a Valley Animal Center, un refugio de animales ubicado en Fresno, California, Estados Unidos. A pesar de su naturaleza dulce y su entusiasmo por la vida, Sora luchó por atraer la atención de los posibles adoptantes. El refugio que la recibió la describió como una perra con “mucha energía”, ideal para un hogar activo que pudiera brindarle la actividad física que tanto necesitaba.
Sin embargo, a pesar de su carácter extrovertido, su permanencia en el refugio comenzó a ser larga. Los días se convirtieron en semanas y luego en meses. El personal del albergue notó que la ansiedad de Sora comenzaba a aumentar. La falta de interacción constante con un dueño estable y la falta de espacio para moverse libremente se reflejaron en su comportamiento. Aunque el refugio hacía todo lo posible por mantenerla activa y entretenida, los esfuerzos no parecían ser suficientes para una perra tan energética.
A medida que pasaban los días, los cuidadores se preocupaban por el impacto que este largo período de espera podría tener en su bienestar emocional. “Estar en un refugio durante años afecta la salud mental de nuestros animales y para Sora no es diferente”, comentó Sim Kaur, integrante del refugio. La incertidumbre de no saber si algún día encontraría un hogar definitivo la hacía aún más vulnerable.
Finalmente, después de 900 días de espera, llegó un momento que parecía ser el final de la travesía de Sora. Una familia llegó al refugio con la decisión de adoptarla. El personal no podía ocultar su alegría, parecía que, por fin, Sora había encontrado su lugar en el mundo. Sin embargo, esa alegría fue efímera.
Solo 24 horas después, Sora fue devuelta al refugio. La familia no pudo adaptarse a su estilo de vida activo y no estuvo dispuesta a darle el tiempo necesario para ajustarse a su nuevo hogar. Fue un golpe devastador para todos los que habían puesto sus esperanzas en su adopción.
El refugio no dudó en compartir la desgarradora imagen de Sora regresando al refugio en un video de publicado en redes sociales, que rápidamente conmovió a los internautas. En el video, la perrita aparece junto a otro peludo llamado Eros, quien también fue adoptado y devuelto al refugio después de una semana. “Sus colas se movieron con esperanza cuando fueron acogidos en sus nuevos hogares. Sin embargo, al poco tiempo, estos perros de refugio se encontraron de nuevo en sus perreras”, compartió Valley Animal Center en su publicación.
El personal del refugio, aunque devastado, mantiene la esperanza de que Sora encontrará su hogar definitivo. “A pesar de todo, Sora sigue teniendo esperanza. Esperamos que haya un hogar para ella, donde será tratada como se merece”, expresaron en un emotivo mensaje.
Un futuro incierto pero esperanzador
El refugio de animales Valley Animal Center no se da por vencido. En un video posterior, anunciaron que Sora seguía disponible para adopción y destacaron que el hogar ideal para ella sería uno donde pudiera ser la única perra, en un entorno activo que comprendiera y respetara sus necesidades. Necesitaba una familia que tenga paciencia y el tiempo para adaptarse a su estilo de vida dinámico y darle el amor que tanto merece.
La historia de Sora es desgarradora, pero también es una llamada de atención sobre la importancia de la paciencia y la dedicación que requieren muchos perros de refugio. Tras tanto tiempo de espera y un regreso tan doloroso, se espera que, pronto, Sora pueda encontrar su verdadero hogar, uno donde finalmente se sienta amada y segura.
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