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El primer factor en común es el placer. Los científicos Joseph Manson, Susan Perry y Amy Parish en International Journal of Primatology han analizado prácticas sexuales y lo que motiva a los animales a tener relaciones, incluso cuando el fin reproductivo es imposible, porque la hembra está embarazada, acaba de parir o está lactando.
Lo que implicaría que el disfrute es el rol principal y el fin reproductivo –que se creía que era el único incentivo– esté en un segundo plano. Por ejemplo, según la BBC, una leona puede aparearse 100 veces al día cada vez que ovula, a pesar de que se requiera un espermatozoide para procrear.
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La BBC también menciona que otro punto a tocar son los gemidos. Los macacos japoneses pueden llegar al orgasmo. Los científicos italianos Alfonso Troisi y Mónica Carozzi fueron testigos de 240 apareamientos que se desarrollaron durante 248 horas, en este tiempo observaron respuesta orgásmica, ya que “la hembra giraba la cabeza para mirar a su pareja, estirar la mano hacia atrás y agarrar al macho”, al igual que palpitaciones en sus órganos reproductores.
El sexo oral también se produce con frecuencia en el reino animal. El caso más conocido es el de los murciélagos de la fruta de nariz corta, que prolongan el apareamiento con esta técnica y aumenta la probabilidad de fertilización.
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Por otro lado, David Bravo, líder de comportamiento de la Unidad de Cuidado Animal de Bogotá, le explica a La Red Zoocial que el cortejo y los rituales de apareamiento son similares. Debido a que la hembra siempre se fija en el mejor ejemplar masculino para reproducirse, es decir, que tenga buen pelaje, se vea saludable.
Lo mismo que sucede en la mujer cuando le atrae un hombre atlético y lindo. Más que estética es una respuesta biológica que se basa en escoger al mejor espécimen para que, en caso de que nazca un bebé, este tenga las mejores características genéticas posibles.
Señales de que su gato tiene agresión territorial
Los gatos son animales territoriales por naturaleza y esta característica puede hacer que se comporten de una forma agresiva en ciertas ocasiones, especialmente cuando se trata de defender su espacio. De acuerdo con el portal web La Gatería Tv, algunas de las situaciones más habituales que desencadenan la territorialidad en los gatos son la llegada de una nueva mascota al hogar, los cambios importantes en la casa o el entorno e, incluso, la competencia por el dominio de las hembras cuando alcanzan la madurez sexual.
El comportamiento territorial puede variar desde hábitos muy inofensivos, como frotar su rostro con los objetos para marcarlos, a lo destructivo, como arañar muebles, rociar orina en las paredes, arañar, pelear y morder a los demás.
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Según un estudio realizado por la Universidad de Lincoln, en Reino Unido, los gatos que viven en hogares con varios individuos de su misma especie tienen más probabilidades de exhibir un comportamiento agresivo. Esto se debe a que, en ocasiones, perciben a sus compañeros felinos como una amenaza.
De acuerdo con un artículo publicado por Pilar García Belmonte, integrante del Grupo de Especialidad en Medicina del Comportamiento (Gemca) de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA), la conducta agresiva en los gatos puede surgir en diferentes momentos de su vida. En ocasiones aparece alrededor del primer año de edad, coincidiendo con la madurez sexual.
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Además, según explica el artículo, no es necesario que los gatos convivan con otros individuos de su misma especie para desarrollar agresión territorial. Algunas investigaciones sobre felinos domésticos indican que hay ejemplares que se agobian por no convivir con sus congéneres, mientras que otros se estresan por vivir con ellos.
De acuerdo con la experta, algunas señales para identificar que un gato tiene agresión territorial son:
- Frotarse contra personas y objetos para marcar su territorio.
- Rociar objetos con su orina y hacer que sea desagradable para otros animales.
- Mostrar pupilas dilatadas, latigazos de cola y orejas hacia atrás contra la cabeza.
- Silbar o gruñir a otros animales, especialmente cuando se acercan demasiado a su territorio o a los miembros de su familia.
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