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En las últimas horas, ha generado gran indignación en Bogotá un caso de presunta explotación animal. Según una denuncia realizada por un ciudadano a través de redes sociales, un hombre está utilizando un perro y un gato, aparentemente en malas condiciones de salud, para pedir dinero en el sistema de transporte público de TransMilenio, específicamente en la troncal de la Calle 80.
Según el testimonio del denunciante, el hombre se desplaza a menudo hacia el portal 80 con los animales, quienes, según su observación, están en un estado físico y emocional crítico. “Los animalitos están en malas condiciones, huelen mal. Carga el gato en una pañoleta y no se puede mover porque lo aprieta demasiado”, comentó la persona que alertó sobre la situación.
Ante el alarmante caso, diversas fundaciones y grupos protectores de animales han solicitado que las autoridades competentes intervengan. En particular, se hace un llamado a TransMilenio para que impida el acceso de personas que explotan animales dentro del sistema de transporte, con el fin de proteger la integridad de los mismos. Además, piden al Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) que recupere a los animales para evaluarlos y garantizar que reciban la atención adecuada.
Por su parte, la senadora Andrea Padilla solicitó, a través de su cuenta de Twitter, la intervención del alcalde de Bogotá, Carlos Galán: “Alcalde Galán, proteger a los animales de cualquier forma de maltrato o abuso es un mandato constitucional y un aspecto clave de la seguridad (su bandera). Fenómenos como este están inundando las calles y el transporte público”, expresó.
Alcalde @CarlosFGalan proteger a los animales de cualquier forma de maltrato o abuso es un mandato constitucional y una arista de la seguridad (su bandera). Fenómenos como este están inundando las calles y el transporte público. Active el @AnimalesBOG ¡Ya es hora!
— Andrea Padilla Villarraga🐆 (@andreanimalidad) April 3, 2025
¡Hay que… pic.twitter.com/kyNRw8bHh3
Cabe recalcar que este caso no es aislado. A principios de marzo, otro incidente similar ocurrió en la estación Prado Veraniego de TransMilenio, donde una pareja usaba a una perrita en situación de vulnerabilidad para pedir dinero. Los individuos mantenían a la perra en malas condiciones, lo que también desató una ola de indignación entre los usuarios de redes sociales.
Estos casos reflejan una creciente preocupación por la explotación de animales en el transporte público y en las calles de Bogotá. El uso de perros y gatos para pedir dinero no solo implica un grave maltrato físico y psicológico hacia los animales, sino que también pone de manifiesto la falta de regulación y control en el tratamiento de los mismos.
Las denuncias continúan creciendo y la sociedad exige mayor compromiso por parte de las autoridades para erradicar este tipo de prácticas.
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