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Así nació Bandebra, una marca de sostenes hechos con algodón orgánico de Perú

Lo que comenzó como una solución para un problema personal, se convirtió en una empresa creada en Estados Unidos, con producción en Perú y con un inversionista italiano. Giampiero Rispo creyó en la promesa de la colombiana Raquel Glottman de crear un producto hecho manualmente, pensado para proteger la salud femenina y enfocado en la sostenibilidad.

Lucety Carreño Rojas
27 de mayo de 2023 - 03:56 p. m.
La marca salió al mercado en octubre de 2022. / Cortesía Georgio del Vecchio
La marca salió al mercado en octubre de 2022. / Cortesía Georgio del Vecchio
Foto: Cortesía Georgio del Vecchio

Raquel Glottman tuvo un dolor intenso en los senos por una década. Cada vez que se hacía una revisión médica los resultados salían bien y le decían que volviera en un año, pero el dolor persistía y con los años se volvió más agudo. Comenzó a sentir frustración y miedo. Así que decidió preguntarle a su cuerpo.

“¿Qué está pasando? Me pregunté varias veces. Un día, cuando hice ejercicio, mi cuerpo me lo dijo a gritos. Estaba incómoda con el brasier, me lo quité y vi las rayas y líneas rojas en el lugar en donde siempre me dolía: debajo del busto”, recordó Glottman.

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La fotógrafa, yogui y ahora empresaria colombiana comenzó a investigar sobre una posible relación entre el uso del sostén y molestias o enfermedades. Glottman investigó y encontró libros que hablan sobre los vínculos entre la ropa y la salud, como Dress to Kill, de los doctores Sydney Ross Singer y Soma Grismaijer, quienes dicen que las mujeres que usan sostenes con aros tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer y que estos restringen el líquido linfático y acumulan toxinas.

Vale la pena mencionar que la Sociedad Americana del Cáncer asegura que no hay suficiente evidencia que respalde la idea de que el uso del brasier con varilla afecte el líquido linfático y cause cáncer de mama. Lo que sí dicen es que no usar un sostén adecuado puede causar molestias.

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En todo caso, Glottman decidió sacar los sostenes con aro de su armario para quitarse ese dolor de encima, pero se encontró con un problema: el mercado no le ofrecía el sostén que ella quería y necesitaba. “Quería algo bonito, funcional, orgánico y que no me incomodara. Decidí empezar un camino muy largo, de varios años. Sin saber de diseño de moda, decidí buscarme una solución”, dijo.

En el proceso de crear su propio sostén se fue encontrando con personas que le enseñaron de diseño, aprendió y cometió muchos errores. Tiene una maleta llena de prototipos que dan cuenta del proceso hasta que lo logró. Tanto así que decidió compartir su creación con más personas y en octubre de 2022 sacó al mercado Bandebra. La empresa cuenta con una colección de 15 estilos de soporte desde brasieres deportivos hasta para maternidad.

Lo que comenzó como una solución para un problema personal, se convirtió en una empresa creada en Estados Unidos, con producción en Perú y con un inversionista italiano, Giampiero Rispo, quien creyó hace dos años en la promesa de Glottman de crear un producto hecho manualmente, pensado para proteger la salud femenina y enfocado en la sostenibilidad.

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El proceso de fabricación del Bandebra es, quizá, su mayor atractivo, pues se crea con algodón orgánico de Perú, considerado como uno de los mejores del mundo. “Este algodón es fino, envejece bien, no le salen motas, es antibacterial. Es como el cachemir del algodón. Además, nuestras costuras son limpias y algunos se pueden usar por ambos lados. Es muy funcional”, afirmó la también maestra de yoga.

Según explicó la empresaria, los agricultores de las tierras medias andinas de Perú “aplican prácticas sostenibles que evitan los herbicidas, pesticidas y fertilizantes tóxicos para garantizar la naturaleza orgánica del cultivo. Cosechado en cantidades limitadas, la suavidad y durabilidad del algodón Pima es hipoalergénica y sensible a la temperatura corporal, lo que significa que este algodón es transpirable y apto para el propósito de Bandebra”.

La compañía también se enmarca entre las que nacen con un ADN sostenible en el que está presente la sostenibilidad en lo ambiental, pero también en lo social y económico. Por ello, pagan lo justo y Glottman sabe exactamente quién hace los brasieres. También cuentan con los certificados de que la tela es orgánica y los empaques son biodegradables.

“Todo va muy de la mano con el cuidado la naturaleza. Eso empieza con el contacto del cuerpo, de conocer mi naturaleza para estar bien y, después, se extiende a todo lo que está a nuestro alrededor. Cuidar el medio ambiente, la madre Tierra, todo eso es muy femenino, a la final los senos son los que nutren a la humanidad”, mencionó la empresaria.

Dijo que su clave y acogida están en que ha construido buenos cimientos. Más allá de crecer, espera que muchas más mujeres tengan una de sus piezas porque son pensadas para bienestar y de buena calidad, “no la van a botar, la van a guardar. Lo que se hace con buena calidad, dura mucho. Espero que más mujeres y movimientos se unan. Por ahora, esto tiene resonancia con todas las mujeres que buscan comodidad, salud y sostenibilidad”.

La empresaria también ha empleado a diseñadores, fotógrafos y modelos colombianos. Aseguró que se inspira en Colombia, en su naturaleza. “Como te dije, ante todo soy artista visual, mi sueño es viajar por Colombia, con fotógrafo, modelos y muchos Bandebra, para que la inspiración de la naturaleza, de la Madre Tierra, de las mujeres colombianas, se transmita en la marca”.

Aunque su principal mercado es Estados Unidos, Bandebra se puede comprar en línea y no descarta abrir nuevos mercados. La página web funciona en el mercado colombiano y vale la pena mencionar que, de acuerdo con Juan Fernando Loaiza, especialista en investigación económica de Inexmoda, los colombianos gastan en promedio US$100 al año en moda y compran ropa interior cada tres meses.

“Mi mensaje a las mujeres que tienen un sueño es que, si tienen ganas, todo se puede. Lo vas descifrando con sentido común. Vas encontrando gente maravillosa en el camino que se vuelve parte, que se enamora de lo que uno está haciendo, que te colaboran. También estamos invitando a las mujeres a que escuchen su cuerpo”, puntualizó.

El gasto de los hogares colombianos en ropa interior femenina

Los hogares colombianos gastaron $2,12 billones en ropa interior femenina durante 2022, lo que representó un crecimiento en dinero de 1,52 % y la variación de la categoría fue de -1,64 % frente al 2021. La inflación de la categoría se aceleró levemente llegando a 1,52 % en promedio, de acuerdo con cifras de Raddar, la firma que mide el consumo de los hogares colombianos.

En cuanto a las exportaciones de ropa interior y pijamas en 2022 sumaron más de US$73 millones y en el primer trimestre de 2023 han sido de US$17, según las cifras del DANE y analizadas por Procolombia. El top cinco de los países a los que más se exportan están prendas son Estados Unidos, Ecuador, Perú, Costa Rica y Chile.

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Lucety Carreño Rojas

Por Lucety Carreño Rojas

Comunicadora social de Uninpahu, vinculada a El Espectador desde 2016. Periodista de moda y negocios. Directora de El Hilo, el formato audiovisual de moda de EE.@LucetyClcarreno@elespectador.com

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