Abrumador triunfo de Michelle Bachelet en primarias de Chile

La exmandataria socialista Michelle Bachelet ganó este domingo la nominación opositora a las elecciones generales de noviembre en Chile, por un abrumador 73,76% de los votos, mientras que en el oficialismo se imponía por estrecho margen el ultraconservador Pablo Longueira, contabilizado el 92% de las mesas escrutadas en las inéditas elecciones primarias de este domingo.

Bachelet reunía 1,4 millones de votos (de un total de 1,9 millones que votaron en las primarias de la oposición), mientras que en el oficialismo Longueira tenía un 50,66% y aventajaba a su contendor Andrés Allamand, que concitaba el 49,33% de los sufragios, contabilizadas 11.157 mesas de un universo de 13.541, de acuerdo a datos oficiales del Servicio Electoral chileno.

Por detrás de Bachelet, el independiente Andrés Velasco, exministro de Hacienda en su gobierno, totalizó 12,52% de los votos y sorpresivamente desplazó del segundo lugar al demócrata cristiano Claudio Orrego, que alcanzó el 8,70%. En cuarto lugar, llegó el senador del Partido Radical Juan Antonio Gómez, con un 4,99%.

"Ahora seguiremos luchando hasta el 17 de noviembre para llegar (al palacio presidencial de) La Moneda en 2014", dijo Bachelet, tras recibir el apoyo del candidato derrotado Orrego.

"Le quiero decir (a Bachelet) que ella se ha ganado el aprecio y el cariño de la gente por buenas razones, y quiero decir que ella también cuenta con mi voto y trabajaré para que obtenga una buena victoria en el mes de noviembre", sostuvo por su parte Velasco.

El independiente, que promovió un discurso liberal, llamó directamente a sus seguidores a votar por Bachelet, aunque afirmó que hará respetar "los principios e ideas" que propuso en su campaña para que sean incluidos en el programa de gobierno que presentará Bachelet.

El alto porcentaje de apoyo que recibió la exmandataria, junto a una participación general que dobló la esperada, aumentaba las probabilidades de que Bachelet se imponga en primera vuelta en los comicios de noviembre, algo que no ocurre hace dos décadas en Chile, de acuerdo a analistas.

En el oficialismo, en tanto, analistas habían anticipado una estrecha votación en la alianza de derecha, con una ligera ventaja, no obstante, para Allamand, que comenzó mucho antes la campaña que Longueira, un ultraconservador que recién se convirtió en candidato hace dos meses.

Las elecciones primarias, que por primera vez se realizaron en Chile, fueron promovidas por el gobierno de Sebastián Piñera en un intento de "democratizar" el sistema político -poco representativo y que ha consolidado el bipartidismo- basado en un sistema electoral confeccionado en los años de dictadura en Chile (1973-1990).

Se había anticipado una participación de cerca del 10% del padrón electoral, de casi 13 millones de potenciales votantes, pero en total habían votado cerca de 2,6 millones de chilenos.

El voto es voluntario en Chile y el antecedente más inmediato eran las últimas elecciones municipales de octubre del año pasado, cuando la abstención se empinó hasta un 60%.

A estas primarias los partidos políticos se someten voluntariamente pero se comprometen a aceptan sus resultados vinculantes. Los candidatos perdedores no pueden postularse al mismo cargo en la elección posterior. 

La exmandataria socialista Michelle Bachelet ganó este domingo la nominación opositora a las elecciones generales de noviembre en Chile, por un abrumador 73,76% de los votos, mientras que en el oficialismo se imponía por estrecho margen el ultraconservador Pablo Longueira, contabilizado el 92% de las mesas escrutadas en las inéditas elecciones primarias de este domingo.

Bachelet reunía 1,4 millones de votos (de un total de 1,9 millones que votaron en las primarias de la oposición), mientras que en el oficialismo Longueira tenía un 50,66% y aventajaba a su contendor Andrés Allamand, que concitaba el 49,33% de los sufragios, contabilizadas 11.157 mesas de un universo de 13.541, de acuerdo a datos oficiales del Servicio Electoral chileno.

Por detrás de Bachelet, el independiente Andrés Velasco, exministro de Hacienda en su gobierno, totalizó 12,52% de los votos y sorpresivamente desplazó del segundo lugar al demócrata cristiano Claudio Orrego, que alcanzó el 8,70%. En cuarto lugar, llegó el senador del Partido Radical Juan Antonio Gómez, con un 4,99%.

"Ahora seguiremos luchando hasta el 17 de noviembre para llegar (al palacio presidencial de) La Moneda en 2014", dijo Bachelet, tras recibir el apoyo del candidato derrotado Orrego.

"Le quiero decir (a Bachelet) que ella se ha ganado el aprecio y el cariño de la gente por buenas razones, y quiero decir que ella también cuenta con mi voto y trabajaré para que obtenga una buena victoria en el mes de noviembre", sostuvo por su parte Velasco.

El independiente, que promovió un discurso liberal, llamó directamente a sus seguidores a votar por Bachelet, aunque afirmó que hará respetar "los principios e ideas" que propuso en su campaña para que sean incluidos en el programa de gobierno que presentará Bachelet.

El alto porcentaje de apoyo que recibió la exmandataria, junto a una participación general que dobló la esperada, aumentaba las probabilidades de que Bachelet se imponga en primera vuelta en los comicios de noviembre, algo que no ocurre hace dos décadas en Chile, de acuerdo a analistas.

En el oficialismo, en tanto, analistas habían anticipado una estrecha votación en la alianza de derecha, con una ligera ventaja, no obstante, para Allamand, que comenzó mucho antes la campaña que Longueira, un ultraconservador que recién se convirtió en candidato hace dos meses.

Las elecciones primarias, que por primera vez se realizaron en Chile, fueron promovidas por el gobierno de Sebastián Piñera en un intento de "democratizar" el sistema político -poco representativo y que ha consolidado el bipartidismo- basado en un sistema electoral confeccionado en los años de dictadura en Chile (1973-1990).

Se había anticipado una participación de cerca del 10% del padrón electoral, de casi 13 millones de potenciales votantes, pero en total habían votado cerca de 2,6 millones de chilenos.

El voto es voluntario en Chile y el antecedente más inmediato eran las últimas elecciones municipales de octubre del año pasado, cuando la abstención se empinó hasta un 60%.

A estas primarias los partidos políticos se someten voluntariamente pero se comprometen a aceptan sus resultados vinculantes. Los candidatos perdedores no pueden postularse al mismo cargo en la elección posterior.