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Al presidente de Paraguay le dedican tango burlándose de su paternidad

The New York Times hace un repaso a lo cómico y lo serio del escándalo de Fernando Lugo.

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Alexei Barrionuevo / The New York Times News Service / Asunción, Paraguay
11 de mayo de 2009 - 06:24 p. m.
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Fernando Lugo, el ex sacerdote y ahora Presidente, sacudió al país el mes pasado al admitir ser el padre de un hijo -- y posiblemente más -- antes de que el Vaticano lo secularizara.

Ahora, la Internet está llena de excitación por un video irreverente en el que aparece en una carriola, fecundando mágicamente a cada mujer que pasa en la calle. Un popular programa de televisión en Argentina le ha dedicado un tango y recomendado que use anticonceptivos. Incluso, hay una burla de su lema de campaña en una canción local de cumbia. "El playboy tiene corazón, pero no usa condón", dice la letra, jugando con el lema que lo ayudó a elegirse: "Lugo tiene corazón".

Incluso sus asesores más cercanos dicen que se sorprendieron y estaban consternados por las revelaciones, y no pueden descartar la posibilidad de que surjan más bebés ocultos. "El no está seguro, así que no podemos estar seguros de qué es exactamente lo que podría venir", comentó Miguel López Perito, su coordinador de asesores y amigo cercano, al hablar de los actuales reclamos de paternidad y cualesquiera otras cosas. "No me confió nada sobre este asunto", dijo. "Yo respetaba eso, ya que no es alguien que hable de su vida personal. Aunque sabía que esto podría explotar en cualquier momento, nunca supe qué específicamente era lo que había".

Cuando llegó a la presidencia de Paraguay en agosto pasado, Lugo asumió una tarea pesada. Después de 61 años de un régimen unipartidista, al país se lo clasificaba como uno de los más corruptos del mundo. Lugo, un ex obispo católico romano con barba, no tenía ninguna experiencia política, y sin embargo, irrumpió en el cargo por la fe de los pobres del país.

Su campaña se centró en la ética, la moralidad y la transparencia -- atributos que asoció a la Iglesia --, así que el hecho de que Lugo admitiera que no era el siervo tan inocente de las Escrituras que parecía ser, ha devastado y desilusionado a muchos en el país, algunos de los cuales están llamando a que renuncie. "Me siento traicionada", Gladys Bernal, una enfermera de 50 años que rompió con el Partido Colorado, arraigado desde hace mucho, para votar por Lugo, dijo en una reunión al aire libre organizada recientemente por mujeres que pronunciaron discursos y ondearon letreros que decían: "¿Quién nos defenderá de Lugo ahora?".

Desde que se supo la noticia el mes pasado del niño de dos años que el Presidente ha reconocido como su hijo, otras dos mujeres han salido a hacer afirmaciones similares. Una está esperando los resultados de la prueba de ADN para confirmar la paternidad y dice que Lugo, ahora con 57 años, aún era un obispo cuando se involucraron cuando ella tenía 18 años.

Viviana Carrillo, la madre del niño al que reconoció como suyo, dijo en un principio en una demanda judicial que sólo tenía 16 años cuando tuvieron sexo la primera vez, pero pareció cambiar su historia hace poco para evitar que levantaran cargos de estupro en contra de Lugo.

No es el primer sacerdote que tiene un hijo, algo que es sorprendentemente común en este país profundamente católico de 6.8 millones de habitantes. En la cultura tradicionalmente machista de Paraguay, en realidad se reverencia a los hombres por tener hijos con muchas mujeres.

Sin embargo, se veía a Lugo como un alejamiento de la política de favoritismos que caracterizó al Partido Colorado, incluso después del derrocamiento de su líder durante mucho tiempo, el dictador Alfredo Stroessner, en 1989. Ahora el electorado que eligió a Lugo teme que el escándalo eche por tierra su oportunidad de un cambio.

"Para los extranjeros, esto sólo será una historia sobre un obispo que tuvo hijos", comentó Gustavo Arzamendia, un empleado de hotel de 35 años. "Pero para los paraguayos, es mucho más que eso. Era nuestra última esperanza, la persona que la gente realmente


creía que podía romper con el pasado".

El Presidente aún no reconoce tener más de un hijo, aunque ha dado indicios de que es posible. Después de que aparecieron la segunda y la tercera mujer el mes pasado, se disculpó por el escándalo y pidió perdón, pero no negó las aseveraciones de las mujeres.

Marcos Farina, su abogado, dijo que Lugo no tendría ningún problema en reconocer la paternidad si se demuestran los reclamos en los tribunales.

Lugo renunció a la diócesis de San Pedro en 2005 y solicitó la secularización para poder contender por el cargo. Carrillo, la madre del niño al que reconoce, ahora dice que sus relaciones sexuales empezaron apenas hace tres años, cuando ella tenía 23 años, y no 16 como se afirma en su demanda de paternidad original.

Lugo siguió siendo sacerdote, decía misa y administraba los sacramentos, hasta por lo menos diciembre de 2006, y el papa Benedicto XVI no le otorgó el estatus de seglar sino hasta julio pasado, después de que nació el niño.

Aparte de los chistes que no cesan, amenazas de bombas contra edificios gubernamentales y reuniones públicas en contra de Lugo en los últimos días han llevado a sus partidarios a suponer que hay una conspiración en marcha para desestabilizarlo.

El Partido Colorado desestimó esa aseveración. "No necesitamos ninguna conspiración", dijo Liliana Samaniego, presidenta del partido. "El presidente Lugo conspiró contra sí mismo. Se presentó como el candidato de la ética, la moralidad, la transparencia, y, al final, esa imagen fue una gran mentira".

El Gobierno ha tenido otros problemas, incluida la sustitución de seis ministros en las últimas tres semanas. López Perito, el coordinador de asesores del Presidente, también reconoció que a pesar de la búsqueda de Lugo para eliminar el favoritismo tan arraigado, hasta ahora ha podido sacar sólo a unos 1,200 de los 230,000 empleados gubernamentales.

La promesa de la reforma agraria está obstaculizada por los problemas para dilucidar quién es propietario de qué tierras. El registro oficial dice que la gente tiene derecho a una cuarta parte más de la tierra que hay en el territorio nacional. Y también hay que lidiar con el dicho de las supuestas amantes de Lugo.

La que salió a la luz más recientemente fue Damiana Hortensia Morán de 39 años, ex empleada en la campaña de Lugo que dijo que inició un romance con él en 2006. El insistió en mantenerlo en secreto, y nunca se quedaba toda la noche con ella, pero se embarazó a pesar de usar un dispositivo intrauterino, lo que ella calificó de milagro. "Lo amo incondicionalmente", dijo Morán, cuyo hijo tiene ahora 17 meses. "Y quiero que mi hijo conozca a este hombre al que yo admiro tanto".

Para Benigna Leguizamon, cualquier admiración está ahora manchada por el enojo. Ella afirma que Lugo la sedujo en tres meses, en el 2001, en la diócesis de San Pedro. Entonces con 18 años, ella ya tenía una hija de seis meses.

Ahora de 25 años, dice que tienen un hijo, Lucas Fernando -- nombrado así por Lugo --, que tiene seis años. Lugo la siguió viendo hasta que el niño tenía dos años, dijo ella, pero no cumplió sus promesas de apoyarla financieramente.

Leguizamon presentó una demanda y busca la confirmación de que Lugo es el padre con la prueba del ADN. Farina, el abogado, declinó decir si los alegatos del romance son ciertos. Dijo el sábado que es posible que se envíen las pruebas del ADN al extranjero y que eso podría llevarse algo así como un mes.

"Lo que para mí es importante es que él se haga cargo de su hijo", dijo Leguizamon. "Nadie me está pagando, y no me interesa en lo más mínimo si fracasa o no su presidencia".

Por Alexei Barrionuevo / The New York Times News Service / Asunción, Paraguay

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