América Latina necesita más integración para atender la migración

En Cúcuta, la Unión Europea reafirmó su compromiso con el país al anunciar un nuevo apoyo presupuestario para atender a la población migrante. La ayuda económica es vital. Sin embargo, Mario Mariani, jefe para América del instrumento de política exterior de la Unión Europea, señala que el bloque es importante en un campo más amplio: favorecer el diálogo entre naciones para una mayor y necesaria integración.

Camilo Gómez Forero
26 de noviembre de 2021 - 11:00 a. m.
Mario Mariani, jefe para América del instrumento de política exterior de la Unión Europea, durante su primera visita a Cúcuta.  / Óscar Pérez
Mario Mariani, jefe para América del instrumento de política exterior de la Unión Europea, durante su primera visita a Cúcuta. / Óscar Pérez

Una cosa es leer sobre los proyectos en un despacho y otra muy diferente es verlos en acción en una visita de campo. Eso es lo que piensa Mario Mariani, jefe para América del instrumento de política exterior de la Unión Europea (UE), quien visitó el pasado 19 de noviembre por primera vez la frontera colombo-venezolana junto con altos funcionarios del bloque europeo, del Gobierno Nacional y de instituciones y organizaciones que acompañan a Colombia en la respuesta frente al desafío migratorio para hacer un balance de los programas para los migrantes.

“Lo que más me chocó, antes de ver a las personas, fue ver una frontera cerrada, porque lo más bonito que ha hecho la UE es quitarlas para que haya fluidez. Cada vez que veo una frontera cerrada recuerdo cuando todo era más difícil en mi continente”, contaba Mariani al borde del puente Simón Bolívar, en Cúcuta.

Le puede interesar: La UE apuesta por los emprendimientos de venezolanos en Colombia

La UE no solo es un referente en el desarrollo de políticas para sacarle provecho a la migración y en el manejo de crisis migratorias, sino que ha sido uno de los aliados más valiosos de Colombia para hacerle frente a su propio desafío migratorio. En Cúcuta, el bloque reafirmó su compromiso con el país al anunciar un nuevo apoyo presupuestario de $35.000 millones (8 millones de euros), el cual estará dirigido al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para que se promuevan los emprendimientos de migrantes y colombianos para aumentar la empleabilidad. También donó dos unidades móviles para ayudar al proceso de registro y regularización de migrantes. En conversación con El Espectador, Mariani habla un poco sobre las ayudas y el panorama de la colaboración europea en la región.

Uno de los dos enfoques de la más reciente donación de la UE para Colombia estuvo dirigido hacia la promoción de los emprendimientos de migrantes. ¿Por qué es tan importante la integración económica de estas personas?

Primero, suple una necesidad vital para los migrantes y las comunidades de acogida, de tener unos recursos básicos para su bienestar y el de su familia, y hacer frente a sus necesidades. Pero, sobre todo, tenemos que ver el lado de la migración como una oportunidad para todos. Los migrantes como contribuyentes al desarrollo de un país y sus comunidades: gente que trabaja, que puede tener una empresa, una microempresa, y que de esa manera contribuye al bienestar de su comunidad y su alrededor, así como al país que lo acoge con compras, con actividades económicas, dar empleo y aportes al sistema de seguridad social. Por eso es fundamental enfocar nuestra acción en este tema para la acogida y el desarrollo socioeconómico.

Y también ayuda a la integración social…

Claro, también favorece la integración con las comunidades locales, la integración social y la reducción de la xenofobia, la cual viene del miedo a lo desconocido, así que esto ayuda a las personas a conocerse mejor y a ir más allá de los prejuicios negativos que puedan tener sobre la llegada de migrantes, a quienes ven, por desconocimiento, como un peso y no como una contribución o una oportunidad de crecimiento.

El otro enfoque de esta donación europea fue el de la regularización, y por eso entregaron dos unidades móviles para la identificación y registro de personas migrantes. ¿Nos puede recordar por qué es clave la regularización para sacarles jugo a los beneficios?

La regularización, en primer lugar, tiene un aspecto de seguridad legal y jurídica para permitirles a los migrantes tener un estatus claro que les da tanto derechos como deberes ante el Estado, y también es beneficioso para las autoridades del país para saber cuántas personas llegan y así buscar rutas para integrarlos en el país de una manera ordenada y clara. Al mismo tiempo, para las personas migrantes es fundamental la regularización para tener acceso a servicios básicos. Sabemos que Colombia, como otros países en América Latina, ha tomado una clara postura de dar acceso a servicios básicos como educación y salud, y para eso es necesaria la regularización. Asimismo, hay beneficios en el aspecto socioeconómico, pues contar con un estatuto de regularización permite que los migrantes tengan la oportunidad de integrarse a través de otras actividades económicas, acceder a créditos en bancos y así expandir sus propias empresas. Sin un estatuto legal y la regularización, los desafíos serían mucho mayores. Por todo esto tenemos interés en apoyar los mecanismos de regularización del Gobierno Nacional, entendiendo que el sistema es particularmente complejo si miramos los números que hay que gestionar.

Desde la experiencia europea, ¿qué herramientas hacen falta para afrontar este reto?

Lo primero es tener una visión clara de cuáles son las políticas y los objetivos principales que se quieren alcanzar. Por ejemplo, si se decide que el tema de colegiación es prioritario, hay que enfocarse en los distintos pasos que se tienen que seguir para poder llegar al objetivo de una regularización prácticamente generalizada y, como he dicho, ese es un desafío muy importante. Segundo, habrá que ver muy bien los papeles de los distintos actores tanto a escala central como local, y cómo interactúan entre ellos. Además, hay muchísimas agencias e instituciones que tienen que trabajar cada uno en su ámbito de competencia y cada uno con los otros. Y tercero, hay que tener los medios, es decir, el presupuesto, y aquí efectivamente Colombia no estaba preparada como otros países en el mundo, hasta en Europa quedamos sorprendidos por la amplitud de los retos en muchas ocasiones.

Le puede interesar: “Hecho en Colombia”: el nuevo sueño de las emprendedoras venezolanas

Pero hay unos medios técnicos que, de hecho, hemos ayudado a movilizar para Colombia y otros países de la región. Las nuevas tecnologías, y quizá también la pandemia, han sido una ocasión para acelerar el uso y el potencial de ciertas herramientas. Hemos tenido todos una gran presión para ir mucho más allá en la utilización de tecnologías modernas de servicios a distancia y servicios digitales. Son muy útiles para gestionar los desafíos a los países. Como Unión Europea, para nosotros la transición digital es muy importante en los próximos años, gestionada en garantías a los derechos básicos.

Eso último es importante. ¿Cómo vigilar el trato de los datos personales de la población migrante para que no sean vulnerados sus derechos o usados para fines negativos?

La UE ha sido pionera en materia de protección de datos, y quiere continuar así. Tenemos unas políticas muy avanzadas e intentamos trabajar con nuestros socios sobre sus objetivos y valores para que nuestros principios sean aplicados y respetados a una escala general en el mundo, especialmente para la protección del migrante. En ese sentido, tenemos proyectos de cooperación sobre políticas digitales para trabajar junto con las administraciones nacionales basadas en el respeto de los ciudadanos. Esto para que la transición digital no sea una excusa o una manera de bajar el nivel de protección con el que los ciudadanos deben contar.Ya que habla de cooperación, luego de visitar Cúcuta usted viajó a Brasil. ¿En qué se está trabajando allá?

En Brasil tenemos en realidad programas que son bastantes similares a la acción que llevamos en Colombia. Hay una cooperación con las organizaciones de la sociedad civil y las organizaciones de la administración brasileña, tanto a escala central como a escala de los Estados más afectados por este fenómeno, y en cooperación con las organizaciones de Naciones Unidas: la Organización Internacional para los Migrantes y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. Hay ejes de acompañamiento de la regularización, otros para hacerse con el acceso a los servicios básicos y ayuda a la integración socioeconómica. Una de las consideraciones que he podido hacer gracias a los encuentros que he tenido en Colombia y a las visitas del proyecto en Brasil es que quizá podríamos, como Unión Europea, favorecer más el diálogo con las distintas instituciones y administraciones para que haya un intercambio mayor de experiencias, de buenas prácticas y un trabajo en conjunto más fuerte entre los Estados.

La gran conquista de la UE fue precisamente la unidad de países que ahora tienen políticas juntos luego de ser enemigos en algún momento. Desde esa experiencia, ¿cómo se puede lograr más integración en América Latina para responder al desafío de las migraciones?

Nosotros lo tenemos en nuestro ADN. Como UE buscamos trabajar más atravesando fronteras y reuniendo autoridades, iniciativas locales y regionales, porque es uno de los elementos fundadores y una de las bases europeas. Lo hacemos a partir de relaciones políticas y relaciones comerciales, donde intentamos apoyar cualquier esfuerzo e iniciativa de integración regional. En Latinoamérica apoyamos varias organizaciones de cooperación a escala regional. Antes hablé de una cooperación internacional en temas de transición digital y protección de datos, y ahora tenemos justamente un proyecto, por ejemplo, que incluye a Argentina, Brasil, México, Uruguay y Colombia. Tenemos muchos proyectos en temas de transición ecológica, de economía circular y sobre cómo el sector privado puede cumplir un papel con actividades productivas que requieran menos consumo de recursos. Y todos estos proyectos que llevamos a varios países de Latinoamérica los impulsamos intentando que las naciones trabajen más entre ellas, como socias y partidarias de la UE a la vez.

Sobre esos proyectos ecológicos, y considerando que los efectos del cambio climático incidirán en más fenómenos migratorios, ¿deben ir de la mano las políticas para afrontar el desafío migratorio con una visión verde?

Sí. Para nosotros gestionar cómo reducir el riesgo del cambio climático en los años que vienen son la base del programa político de esta comisión europea y del famoso “Green Deal”. Más que una política es un nuevo enfoque completo de Europa frente al sector productivo, ambiental y en los estándares para todas las políticas.

Colombia está a la vanguardia en asuntos migratorios, no solo en la región, sino en todo el mundo. ¿Sería bueno que los vecinos, que no han seguido los mismos pasos, adopten mecanismos similares al colombiano?

Nosotros de manera muy oficial y clara a nivel político, empezando por nuestra embajada en Bogotá, hemos resaltado claramente el valor y la importancia de las iniciativas que ha tomado Colombia en este aspecto. Hay otros países que están tomando políticas diferentes, en algunos casos bastante cercanas en los resultados, y quizá no con los medios y con las decisiones legislativas que ha tomado Colombia. En otros casos no son tan parecidas. Me parece que de nuestro lado esto lo tendríamos que ir siguiendo en el diálogo político que tenemos con los países que están afectados por este flujo de migrantes y empujarlos a encontrar soluciones que sean favorables a la integración, al acceso a los servicios, a la integración con las comunidades de acogida y al desarrollo socioeconómico de los migrantes, pero también me parece que otro elemento que podría ayudar es justamente el de empujar y promover un trabajo en común y una comprensión mayor de los países de iniciativas como la de Colombia para ver si esta puede ser de alguna manera una inspiración para otros.

Le puede interesar: Migrantes venezolanos: así podrán convalidar títulos de estudio en Colombia

Sería bueno, por ejemplo, que las autoridades colombianas expliquen cómo están gestionando, como lo están haciendo, cuáles son los retos, cuáles son los avances que se han tenido y cuál es el balance que se hace. Se podría explicar que esto ha permitido la integración socioeconómica más fuerte y ha evitado el riesgo de que las actividades ilegales puedan ser más atractivas para unos migrantes que están intentando hacer frente a sus necesidades básicas. Esa dimensión de intercambio y trabajo en común de los distintos países me parece tener mucho potencial en este sentido.

¿Cómo está la integración en este momento con los países del norte del continente? Estos son finalmente hacia donde viajan miles de migrantes cada año buscando refugio y una nueva vida.

Nosotros nos ocupamos de todos los flujos de migración que están ocurriendo en el continente en este momento, no exclusivamente el relacionado con Venezuela. Además, hay otros flujos inmigrantes, como el de los haitianos que van con dirección al norte. En ese sentido, tenemos unas actividades de cooperación en América Central, también en México, cerca de la frontera con Estados Unidos, y evidentemente un diálogo político muy cercano con las autoridades de EE. UU. y Canadá. Estos son países prioritarios de enfoque de nuestros instrumentos de política exterior y vamos a ver si existe la necesidad de otras intervenciones. De hecho, voy a viajar a Costa Rica en unos días para entender y discutir con varios socios la situación en cuanto a las movilizaciones humanas que hay en la frontera con Nicaragua.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar