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La expectativa sobre las transformaciones que se llevaran a cabo en Cuba, luego del anuncio de Estados Unidos de retomar las relaciones diplomáticas con la isla, han generado interés de los economistas e inversionistas por la nueva oportunidad que se abre para los negocios.
Recientemente, se conoció que los ciudadanos norteamericanos aumentaron el número de visitas a la isla y que por el turismo la regularidad de los vuelos creció. El número de viajeros, en el último mes, superó el 36% con respecto al mismo mes de 2014.
Pero más allá de esa reactivación económica que se puede generar, otros expertos analizan las medidas para promover la inclusión de la comunidad LGBTI, que está siendo liderada por Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro, actual presidente.
“Siempre fui revolucionaria, vengo de una familia revolucionaria. Mi mamá hizo ‘clandestinaje’ contra Fulgencio Batista. Estuvo con el Che Guevara, pero ella nunca alardeó porque no hay que buscar méritos en las cosas. Y yo siempre quise ser parte del Partido, pero sabía que no podía: primero porque era lesbiana, y nunca lo iba a dejar de ser por nada de este mundo. Y segundo, era religiosa y tampoco iba a dejar de serlo”. El 23 de agosto de 2013 le entregaron el carnet como militante.”, señala María Caridad Jorge en un reportaje hecho por el diario El Clarín de Argentina.
María Caridad hace parte del grupo de ciudadanos que se beneficiaron con los cambios que implementó el Partido Comunista de Cuba desde 2012 cuando se planteó un proceso de “cambio del modelo económico y social”.
Ramón Silverio, con 60 años, es miembro del Partido Comunista y ha luchado por el reconocimiento de derechos de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales en intersexuales (LGTBI). Reconoce que el presente de Cuba genera más preguntas que respuestas pero que el bloqueo de Estados Unidos por más de 50 años fortaleció a su país.
“Es el único país que pudo resistir el bloqueo y ha quedado en la conciencia. Los 90 fueron muy duros. Eso nos preparó para vivir y convivir con el mundo”, explica mientras se define como “muy esperanzado. Desde afuera se están haciendo muchas más preguntas que nosotros, que nos las hacemos también. Pero quienes hemos mantenido esta Revolución tenemos en claro que vamos a vivir otra época, un gran reto histórico”.
Esta comunidad fue víctima de persecución durante los primeros cuarenta años de la revolución por su condición sexual. Sin embargo, desde 2007 -y a partir de que el Ministerio de Salud Pública aprobara la Resolución 126- se han realizado más de veinte cirugías de adecuación genital, comúnmente llamadas de reasignación de sexo.
Así mismo, el 17 de junio de 2014, la Asamblea Nacional aprobó el nuevo Código de Trabajo que incluyó medidas antidiscriminatorias por orientación sexual y discapacidades. Mariela Castro Espín, hija del actual presidente Raúl Castro, como diputada fue la que con su voto negativo denunció el cambio. “¡Socialismo, sí! ¡Homofobia, no! ¡Viva la Revolución Cubana!”.
Durante la VIII Jornada Cubana Contra la Homofobia y la Transfobia -organizada por el estatal Centro Nacional de Educación para la Salud (Cenesex), que dirige Castro - veinte parejas del mismo sexo intercambiaron anillos imaginando la aprobación del matrimonio.
“Hay que lograr que la sociedad cubana en su totalidad se sensibilice con estos temas, se eduque, comprenda. Yo estoy loca por presentar la propuesta ante la Asamblea”, le dijo Castro al Clarín.
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