Hay cientos de miles de inmigrantes en Estados Unidos que han estado viviendo en el país de manera irregular durante años, donde trabajan y se ganan la vida, inician familias y mandan a sus hijos a la escuela. El presidente Joe Biden dice que ellos se pueden quedar. Luego están los migrantes recién llegados, que han cruzado la frontera de Estados Unidos con México en cantidades sin precedentes en busca de protección de la pobreza y la persecución. Ellos tendrán que esperar.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Este mes Biden tomó dos medidas importantes en materia de inmigración, las cuales expanden las protecciones legales para los cónyuges de los ciudadanos estadounidenses y a la vez cierran la frontera para la mayoría de las personas que buscan asilo en Estados Unidos. En conjunto, estas decisiones esclarecen bastante la estrategia de Biden para atender uno de los temas más polarizadores de la campaña electoral de 2024: ayudará a los inmigrantes que ya están aquí, pero tratará de mantener la frontera cerrada para los que intenten llegar.
La estrategia, descrita por un exfuncionario de la Casa Blanca como una estrategia de “dentro y fuera de la frontera”, es un reflejo de la complejidad política que representa la inmigración, una preocupación principal para los votantes de ambos partidos en la campaña presidencial de 2024. Las encuestas muestran que los votantes estadounidenses ven la situación en la frontera sur como un problema y que la mayoría tiende a confiar en que el expresidente Donald Trump pueda manejarlo más que Biden.
Los demócratas tienen la esperanza de que las medidas que el dirigente tomó este mes ayuden a neutralizar la situación. Matt A. Barreto, encuestador de la campaña de Biden que se centra en las políticas referentes a los latinos, comentó que los estadounidenses hacen una distinción entre los “inmigrantes indocumentados que llevan mucho tiempo en el país” y los “recién llegados”. “A ellos los vemos, y la mayoría de los estadounidenses también, como una población totalmente diferente”, afirmó Barreto, y agregó que los votantes apoyan a los inmigrantes que perciben como “mi amigo o mi tío que lleva mucho tiempo aquí y hasta trabaja o paga impuestos, y solo está intentando conseguir un permiso de trabajo”.
En los últimos años, más demócratas han solicitado que se implementen el tipo de medidas de seguridad fronteriza que el partido denunció alguna vez durante el gobierno de Trump.
A medida de que la cantidad de personas que cruzan la frontera alcanza cifras récord, Biden se ha visto obligado a incidir en políticas complejas. Su decisión de principios de año, de otorgar permisos de trabajo a miles de migrantes recién llegados —en un intento de que dependieran menos de los refugios y otros tipos de asistencia—, enfureció a otros que llevaban años esperando para poder trabajar legalmente.
Los principales asistentes de Biden consideran que sus nuevas políticas agradarán a los votantes hispanos, muchos de los cuales quieren ver tanto restricciones más estrictas como mejores procedimientos para obtener la ciudadanía. Si bien las encuestas muestran que algunas de las propuestas de Trump, incluidas las deportaciones masivas, tienen impacto en los electores, la campaña de Biden cree que los republicanos están retratando a todos los inmigrantes bajo una luz muy generalizada.
La Casa Blanca ya ha intentado trabajar con el Congreso en materia de inmigración. Cuando Biden asumió la Presidencia, intentó establecer un camino hacia la ciudadanía para casi 11 millones de inmigrantes y, en febrero, trató de promover un proyecto que rechazaría a muchos migrantes en la frontera. Ninguna de las propuestas fue aprobada debido a la oposición republicana.
Trump, que ha hecho de su postura radical frente a la inmigración una parte central de su identidad política, ha motivado a los republicanos a no aprobar las políticas migratorias de Biden. Tras el anuncio del actual mandatario esta semana, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano por Luisiana, lo acusó de participar en una “farsa de año electoral respecto a la frontera” y de jugar para “ambos bandos”. Sin embargo, a principios de este mes, mientras Biden hablaba frente a carteles que rezaban: “Aseguren la frontera”, el presidente articuló una “simple verdad” cuando anunció nuevas restricciones importantes al asilo. “Si en Estados Unidos no aseguramos nuestra frontera, no habrá límite para la cantidad de personas que podrían tratar de entrar al país, porque no hay un mejor lugar para vivir en el planeta que Estados Unidos de América”, declaró Biden en la sala este de la Casa Blanca.
Apenas dos semanas después Biden encontró una atmósfera muy distinta en la misma sala. Esta vez se unió a una multitud entusiasmada de inmigrantes para anunciar que protegería de la deportación a cerca de 500.000 cónyuges de ciudadanos estadounidenses. Biden pareció reconocer el acto de malabarismo que estaba realizando. “También sé que muchas personas en esta sala están preocupadas por otras medidas que he tomado”, dijo Biden, en referencia a la prohibición del asilo. “Tuve que tomar esas medidas. Toda nación debe asegurar su frontera, es así de sencillo”.
Biden aprovechó el evento para trazar una conexión con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, o DACA por su sigla en inglés, un programa popular de la época de Obama que protegió a cientos de miles de jóvenes inmigrantes de la deportación. Al igual que Biden, el expresidente Barack Obama intentó emparejar políticas duras de inmigración con otras más generosas. Anunció el DACA en 2012, en medio de una campaña de reelección y en un momento en que sus políticas de seguridad fronteriza lo habían hecho acreedor al apodo de “deportador en jefe”.
“El acceso al sistema de asilo es un derecho humano fundamental”, sostuvo Ahilan T. Arulanantham, codirector del Centro para Leyes y Políticas de Migración en la Facultad de Derecho de la Universidad de California, en Los Ángeles. “Es demasiado tarde para que Biden cumpla su promesa de campaña de restaurar nuestro sistema de asilo y al tiempo crear protecciones y oportunidades para nuestros vecinos indocumentados en EE. UU.”.
Angelo Fernández Hernández, portavoz de la Casa Blanca, comentó que el gobierno de Biden “ha tomado medidas en repetidas ocasiones, dentro de sus facultades, para asegurar la frontera, ampliar las vías legales y hacer que nuestro sistema de inmigración sea más justo y equitativo”. Mientras Biden se prepara para el debate con Trump a finales de este mes, planea enfatizar que está disuadiendo a los recién llegados al tiempo que mantiene unidas a las familias en Estados Unidos. Pero aún queda por verse si los votantes estadounidenses harán esa distinción.
📧 📬🎥 El próximo mes tendremos al aire En foco, el newsletter de la sección de video de El Espectador. En este espacio podrán encontrar el resumen de todos nuestros contenidos multimedia: documentales, entrevistas, pódcasts y formatos como La Pulla, El Meollo, Claroscuro, entre otros. Si desea suscribirse, puede ingresar a este enlace y dejarnos sus datos.
📧 📬 🌍 Semana a semana tendremos un resumen de las noticias que nos harán sentir que No es el fin del mundo. Si desea inscribirse y recibir todos los lunes nuestro newsletter, puede hacerlo en el siguiente enlace.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
Si le interesan los temas internacionales, quiere opinar sobre nuestro contenido o recibir más información, escríbanos al correo mmedina@elespectador.com o aosorio@elespectador.com