
Gregory David Werber, quien estuvo detenido en Venezuela, en Tempe, Arizona.
Foto: Caitlin O'Hara para The New York Times
Los guardias llevaban etiquetas con sus nombres que decían “Hitler” y “Demonio” y se cubrían la cara con pasamontañas. Los estadounidenses en la prisión venezolana fueron confinados en celdas de cemento, golpeados, rociados con gas pimienta y sometidos a lo que un prisionero llamó “tortura psicológica”.
Tres meses después de su captura, los estadounidenses estaban tan llenos de ira que se rebelaron. Golpearon las paredes de las celdas y patearon las puertas, dijeron, mientras otros prisioneros se unían a ellos, cientos de ellos gritando por...
Por Julie Turkewitz | The New York Times
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