El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, solicitó llevar al país el corazón de su último emperador, don Pedro, primero desde la ciudad de Oporto, en Portugal. Su objetivo es que el órgano de quien proclamó la independencia de Brasil esté en los actos de conmemoración del Bicentenario de Independencia que se celebrarán en septiembre de 2022.
Aunque sorprende que se reivindique la monarquía, esto parece ir en la vía de las decisiones del líder de derecha que ahora gobierna el país y que además están asociadas directamente con su campaña de reelección. De hecho, un descendiente del monarca es diputado federal por el bolso nariz y sigue siendo llamado príncipe heredero del trono.
De acuerdo con Euronews, Obtener el corazón tomó meses de conversaciones y para garantizar que el traslado no comprometa la integridad del órgano, se requirió un informe técnico pericial del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses Portugués, que concluyó que el transporte puede llevarse a cabo siempre que se exija un entorno presurizado.
Para Brasil la independencia no fue igual que para los otros países latinoamericanos. No fue producto de una lucha emancipatoria, sino que vino desde la misma monarquía que se refugiaba en la colonia de las invasiones napoleónicas. Tras entregarle la independencia a Brasil, don Pedro primero regresó a Portugal y en su testamento le dejó su corazón a la ciudad de Oporto. Otros actos parecidos se han presentado en Brasil, por ejemplo, para los 150 años del dictador guerra hasta sumergir, repatriar los huesos de don Pedro primero.
