El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, dijo hoy que “Colombia deja al descubierto cómo y quiénes conspiran contra” su país. Estas fueron algunas palabras del funcionario tras conocerse una conversación privada entre el embajador colombiano en Estados Unidos, Francisco Santos, y la nueva ministra de Exteriores colombiana, Claudia Blum, en Washington.
“Desde Colombia llevan años afirmando que el chavismo desestabiliza la región, presentan pruebas falsas hasta en la ONU. Mientras, en la conversación filtrada entre la nueva Canciller, Claudia Blum y su embajador en Estados Unidos, Francisco Santos Calderón, confiesan cómo y con quiénes conspiran para desestabilizar Venezuela”, dijo Arreaza desde su cuenta de Twitter.
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De acuerdo con la Cancillería venezolana, la conversación filtrada este miércoles por el medio colombiano Publimetro “no solo deja en evidencia las conspiraciones con diversos sectores para derrocar al gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro, sino que reafirma el incesable afán del gobierno de Colombia de mantener en los oídos de los voceros de la Casa Blanca este tema con fines injerencistas y desestabilizadores”.
En este sentido, el diplomático venezolano reafirmó que no tiene caso creer que la práctica diplomática colombiana pueda recomponerse.
“Se filtran conversaciones en las que la nueva canciller se desespera porque no hubo golpe en Venezuela, Guaidó no sirve, Trump no interviene, la CIA no actúa, el TIAR no sirve”, añadió Arreaza en otro mensaje. A pesar de este episodio, el gobierno de Iván Duque decidió ratificar a Blum, quien reemplaza a Carlos Trujillo, ahora ministro de Defensa.
La conversación que se filtró a Publimetro registra cómo Santos le hace una especie de inducción a la nueva Canciller en materia de relaciones internacionales. “Trump puso a Tillerson y Tillerson le salió con un chorro de babas. Hace diez años yo venía acá. Yo venía mucho a Estados Unidos, mucho porque yo era el que manejaba Derechos Humanos… Entonces yo llegaba al Departamento de Estado y uno sabía cómo funcionaba eso, pero la entrada era siempre al Departamento de Estado. Uno sabía que esto era predecible, que esto iba así. Hoy en día eso se acabó”, suelta el embajador.