El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó sus ataques contra Harvard, después de que la universidad se negara a llevar a cabo cambios en su gestión, contratación y admisión, lo que llevó a la administración a congelar fondos de más de US$2.000 millones y a amenazar con sacar a la institución educativa del modelo de exención de impuestos. El más reciente ataque del republicano se sintió desde sus redes sociales, donde insinuó que la entidad no debe recibir fondos federales.
El mandatario usó su plataforma Truth Social para asegurar que Harvard “ha perdido su rumbo” y que “ha estado contratando a progresistas, idiotas y ‘cerebritos’ de la izquierda radical, capaces de enseñar el fracaso a los estudiantes y a los supuestos ‘futuros líderes’”. Debido a eso, según él, “Harvard ya no puede considerarse ni siquiera un lugar decente para aprender, y no debería figurar en ninguna lista de las mejores universidades del mundo. Es una broma, enseña odio y estupidez, y ya no debería recibir fondos federales”.
Sus declaraciones se conocen después de que la institución educativa se negara a llevar a cabo unos cambios impulsados por el Gobierno federal, que argumenta que la universidad no está haciendo lo suficiente para contrarrestar al antisemitismo. En contraposición, Harvard ha situado las tensiones en una disputa en la que está en juego la libertad de expresión y de cátedra, pues se ha mantenido firme en que ninguna administración puede dictaminar qué se enseña, a quién se contrata y a quiénes se admiten como estudiantes.
Esta puja se enmarca en los recortes impulsados por la Casa Blanca en asuntos de diversidad, así como en la guerra de Israel y Hamás en la Franja de Gaza y las protestas estudiantiles que se llevaron a cabo el año pasado en varios campus estadounidenses. También ocurre en medio de un contexto de detenciones y eliminación de visas a jóvenes simpatizantes con la causa palestina y críticos de Israel. Los casos de Mahmoud Khalil, graduado de Columbia, que puede ser deportado a pesar de ser residente permanente legal en Estados Unidos, y de Rumeysa Ozturk, mujer turca que estudiaba su doctorado en la Universidad de Tufts, son símbolo de ello.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
🌏📰🗽 Le puede interesar nuestro plan superprémium, que incluye acceso total a El Espectador y a la suscripción digital de The New York Times. ¡Suscríbase!
📧 📬 🌍 Si le interesa recibir un resumen semanal de las noticias y análisis de la sección Internacional de El Espectador, puede ingresar a nuestro portafolio de newsletters, buscar “No es el fin del mundo” e inscribirse a nuestro boletín. Si desea contactar al equipo, puede hacerlo escribiendo a mmedina@elespectador.com