Un motín seguido de brutales choques entre reclusos deja más de una decena de muertos, la mayoría desmembrados, y más de 40 heridos en una prisión del centro andino de Ecuador, sumido en la peor crisis carcelaria de su historia a causa de pugnas del narcotráfico.
La revuelta estalló el lunes en la cárcel de Latacunga, al sur de Quito y capital de la provincia de Cotopaxi. A pesar del despliegue de 600 militares y policías, los “disturbios” continuaron el martes. Fuera de la cárcel mujeres en llanto gritaban los nombres de sus familiares.
Más de 400 reclusos han muerto en los últimos casi dos años en las cárceles de Ecuador, en masacres con decapitados a machete y cuerpos incinerados. Con capacidad para 30.000 internos, las cárceles ecuatorianas tienen una sobrepoblación estimada en 1.900.
La guerra en las prisiones se extiende también a las calles de ciudades como Guayaquil (suroeste), donde opera un gran complejo carcelario con unos 13.100 detenidos.
