La seguridad y la economía son grandes desafíos para Ecuador, pero la polarización política y los problemas de gobernabilidad que eso puede acarrear no se quedan atrás. El panorama es aún más crítico después del domingo, cuando la candidata opositora, la correísta Luisa González, desconoció los resultados que la dan como perdedora de la segunda vuelta, en la que se enfrentó con el actual presidente, Daniel Noboa. La política, de 47 años, denuncia un “grotesco” fraude y que Ecuador vive en dictadura.
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“Vamos a pedir el reconteo y que se abran las urnas. Hemos presenciado el abuso del poder: nunca pidió licencia, usó al Consejo Nacional Electoral para hacer lo que le daba la gana y atropellar la democracia”, dijo González, del partido Revolución Ciudadana (RC), quien obtuvo 44,3 % de los votos, frente al 55,6 % de Noboa, de Acción Democrática Nacional (ADN), reelegido para el periodo 2025-2029.
Con sus palabras, González se refería a que Noboa no pidió licencia para hacer campaña, como muchos, a la luz de las normas del Ecuador, le reclamaron al tratarse de un presidente en ejercicio que buscaba la reelección. El mandatario, de 37 años, siempre argumentó que no buscaba la reelección, pues su mandato realmente fue ortogado para completar el periodo que le correspondía al expresidente Guillermo Lasso, quien se vio obligado a renunciar tras disolver la Asamblea legislativa en 2023.
Pero la correísta también le reprochó a Noboa que decretara el estado de excepción en vísperas de las votaciones, lo que militarizó el ambiente electoral, llegando a la intimidación, según la oposición.
En todo caso, este lunes el Consejo Nacional Electoral insiste en que entre los dos candidatos hubo más de un millón de votos de diferencia, por lo que la victoria de Noboa ha sido vista como un triunfo holgado. “Histórica”, la calificó el presidente el domingo.
Líderes como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala; Santiago Peña, de Paraguay; y la opositora venezolana María Corina Machado, entre otros, ya han felicitado al ahora presidente electo.
Para la oposición hubo un “megafraude”. Rafael Correa, líder de RC asilado en Bélgica, ha dicho que solo un “cataclismo” explicaría que González perdiera tantos votos entre la primera y la segunda vuelta. Es “estadísticamente imposible”, asegura.
En un comunicado, RC denunció también “manipulación de las actas”; “restricciones ilegales evitar documentación visual del fraude” en los puestos de votación, en referencia a la prohibición de usar los celulares al momento de votar so pena de multas de hasta US$30.000; indebido actuar del CNE, entre otras irregularidades.
Observadores de la Unión Europa y la Organización de Estados Americanos (OEA), no obstante, reportaron normalidad en la jornada. Este lunes la misión de observación electoral de la OEA avaló los resultados de los comicios, pero también se ofreció a evaluar el reclamo de González.
¿Qué implica el desconocimiento de resultados?
“Revolución Ciudadana usará los mecanismos legales que tenga a su alcance para pedir un reconteo (que será parcial), se activará la ruta institucional que corresponda”, explica Laura Lizarazo, analista de riesgo global de la firma Control Risks. “Pero eso no alterará el resultado: Noboa se posesionará en mayo y seguramente tendrá una relación muy difícil con el correísmo en la Asamblea”.
Vale la pena recordar que en mayo también se posesionará el nuevo Parlamento, en el que ninguna ni RC ni ADN logró mayoría absoluta en las pasadas elecciones. “Seguramente no habrá periodo de ‘luna de miel’ entre el Ejecutivo y el Legislativo, con los desafíos de gobernabilidad del caso”, añade la analista.
Para Renato Rivera, director del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, la situación “desgasta aún más la confianza en el sistema democrático y los contrapoderes institucionales del Ecuador”.
Pese a que Correa afirma que “a diferencia de nuestros adversarios, siempre hemos aceptado la victoria del oponente cuando ha sido limpia”, Rivera resalta que, desde 2017, la oposición o los perdedores han deslegitimado el resultado electoral. Esto se debe en parte a la “polarización que vive el país desde hace 10 años entre correísmo y anticorreísmo, pero también por el hiperpresidencialismo que vive el Ecuador, donde el que ostenta el poder Ejecutivo tiene el control del resto de instituciones”, comenta.
Según él, “habrá que esperar a que el correísmo muestre con evidencia este supuesto fraude. Sin embargo, honestamente no creo que prosperen sus acusaciones”.
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