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Los últimos días de Donald Trump en la Casa Blanca serán recordados por los indultos del mandatario a amigos y quizás hasta familiares, pero también por su afán para acelerar las ejecuciones federales. Si todo sale según sus planes, el gobierno habrá ejecutado a 13 presos desde julio de 2020. Esto convertiría a Trump en el mandatario con el registro de más ejecuciones federales en más de 130 años. Cinco reos condenados a la pena capital están en la mira del presidente. Esto es lo que tiene que saber.
¿Qué son las ejecuciones federales?
Las ejecuciones federales se refieren a la aplicación de la pena de muerte por el gobierno federal. Este tipo de condena ha evolucionado desde los orígenes de Estados Unidos. Al principio se aplicaba a delitos que hoy se consideran triviales, como el comercio de nativoamericanos o al robo de ganado. Sin embargo, con los años, varios estados han ido evolucionando sobre sus normas y muchos han abolido la pena capital. En la actualidad, solo 28 estados, más el gobierno fedeal y el ejército, pueden imponer la pena de muerte por delitos como asesinato, traición, secuestro agravado o espionaje. Las normas varían según el estado.
¿Por qué hay pena de muerte en Estados Unidos?
En primer lugar, esta es una práctica que llevaron los europeos a Estados Unidos. La primera ejecución registrada en las 13 colonias de los Estados Unidos, controladas por los británicos, fue la de George Kendall, a quien se le acusó de ser un espía para los españoles.
Después de la época colonial, los padres fundadores de la patria fueron ambivalentes sobre la pena capital. Algunos abrazaron el principio de Montesquieu y señalaron que un castigo que fuera más allá de lo necesario era tiránico. Pero los límites sobre qué era cruel solo se establecieron hasta un siglo después de la ratificación de la Constitución. Los estados han reformado, abolido o reactivado este castigo desde entonces. Los defensores de la pena de muerte dicen que es una herramienta importante para preservar la ley y el orden, pues disuade el crimen y cuesta menos que la cadena perpetua. Pero esto no está demostrado.
De hecho, “no hay pruebas creíbles de que la pena de muerte disuada del crimen de manera más eficaz que las largas penas de prisión. Los estados que tienen leyes de pena de muerte no tienen tasas de criminalidad o homicidios más bajas que los estados que no las tienen. Y los estados que han abolido la pena capital no muestran cambios significativos en las tasas de criminalidad o homicidio”, según la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles.
¿Por qué Trump busca acelerar las condenas antes de dejar la Casa Blanca?
Como muchas otras acciones de Trump en sus últimas semanas, como la extracción de petróleo en el Ártico y el aumento de las restricciones a los migrantes, las ejecuciones federales buscan sembrar el caos en los primeros días de la administración del presidente electo, Joe Biden, quien ha comunicado que trabajará por poner fin a la pena de muerte. El demócrata tendrá que lidiar con procesos complicados para revertir lo que ha dejado Trump.
“Lo que están haciendo es explotarlos (a los condenados) por razones políticas. Es un insulto tan patente para la administración entrante, porque el Departamento de Justicia sabe que Trump, en la medida en que presta atención a cualquier cosa, es consciente de que este es un tema que la administración entrante quiere investigar, quiere abordar. Lo que hace que la conducta sea aún más indignante”, dijo Elisabeth Semel, directora de la Clínica de Pena de Muerte de la Universidad de California en Berkeley, a The Washington Post.
¿Quiénes son las personas que están en el llamado “corredor de la muerte”?
Son cuatro hombres y una mujer, en su mayoría afroamericanos. Brandon Bernard es el primero. Su ejecución está programada para este 10 de diciembre. Bernard cometió delitos que resultaron en la muerte de un joven matrimonio en 1999, cuando tenía 18 años. El asunto con él es que cinco de los nueve miembros del jurado que quedan con vida y que apoyaron el castigo de la pena de muerte ahora consideran que es una medida inapropiada.
Los otros son Alfred Bourgeois, un camionero acusado de violar y matar a su hija en 2002. Su ejecución estaba programada para el 11 de diciembre, pero sus abogados consiguieron la suspensión de la aplicación de la ejecución federal para evaluar las condiciones de Bourgeois.
Lisa Montgomery, quien estranguló a una mujer embarazada antes de secuestrar a su bebé, tiene prevista su ejecución para el 12 de enero. El siguiente es Cory Johnson, quien fue condenado por asesinar a siete personas durante una operación de tráfico de drogas. Su ejecución está programada para el 14 de enero. El último en la lista es Dustin Higgs, cuya ejecución está programada para un día después de la de Johnson. Higgs es acusado de secuestrar y asesinar a tres mujeres, pero hay testimonios que indican que, aunque estuvo presente en la escena del crimen, no asesinó a nadie.
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